BARCELONA 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director teatral Oriol Broggi revisa para las nuevas generaciones, con un tono de comedia y farsa, la obra de Salvador Espriu 'Primera història d'Esther', "un gran monumento" a la palabra y cultura catalana que se podrá ver del 31 de enero al 4 de marzo en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC).
'Primera història d'Esther', la primera obra de Espriu que sube al escenario del TNC, transcurre en dos planos. Broggi superpone los argumentos de la historia bíblica de Esther y el ajetreo de la plaza del pueblo de Sinera.
Por un lado, aparecen los judíos a punto de ser exterminados en Persia --donde no tienen ni patria ni lengua--, aunque la reina Esther consigue salvarles, y por otro, unas marionetas representan la misma historia en la plaza de Sinera, donde "matizan y transforman" el texto bíblico, señaló Broggi.
El director ha afrontado está obra "asustado" por la "dificultad" y "presión cultural" que comporta una obra de Espriu. No obstante, confió en una nueva generación de artistas para enfrentarse a este texto que está "en la memoria" de los espectadores más veteranos y es conocida por los más jóvenes gracias a los libros de texto.
La obra ha sido llevada a los escenarios en cuatro ocasiones, a las que Broggi hace un guiño en esta nueva versión. En 1957, fue estrenada en el Palau de la Música, bajo la dirección de Jordi Sarsanedas, por la Agrupación Dramática de Barcelona. En 1962 y 1977 la dirigió Ricard Salvat en el Teatre Grec y finalmente en 1982 Lluís Pasqual la escenificó en el Teatre Lliure.
Después de 25 años, Broggi la rescata para darle un aire "divertido, fresco, alocado y entendedor", pero sigue en la línea de reflexión sobre "nuestra realidad nacional a través del mito de Sinera", aunque precisó que "las circunstancias han cambiado" desde su publicación en 1948.
Broggi, que ha anunciado que abandona la dirección de L'Alegria de Terrassa, pone de relieve la metáfora de Espriu, además de hacer "un mural fresco" sobre la cultura catalana, de que "todos tenemos una vida pero en realidad somos cuerpos moribundos porque nuestra vida es sólo un momento en toda la eternidad".
En el escenario --los espectadores podrán sentarse en las dos bandas-- pueden verse objetos que Broggi ha utilizado en la escenografía de otras obras de teatro como un reloj o un baúl. También, se escuchan canciones populares catalanas y la música de un piano, un clarinete y un violín.