BARCELONA 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El proyecto de pacto fiscal que este miércoles aprobó el Parlament establece que la nueva financiación catalana debe negociarse entre la Generalitat y el Gobierno central este año y a diferencia de la reforma del Estatut y el 'plan Ibarretxe', el Congreso no aprobará la entrada en tramitación del pacto fiscal y el inicio de la negociación.
El texto que aprobó el Parlament plantea otra vía distinta para acceder a la mejora del autogobierno catalán: empezar a negociar este año una reforma del sistema de financiación.
El propósito del Govern pasa por alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Mariano Rajoy y que implique un sistema de financiación propio para Catalunya.
La negociación deberá producirse este año y según fuentes del Govern, la llevará personalmente el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y por ahora no se pone sobre la mesa ninguna fecha exacta para empezar la negociación "bilateral" con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró este miércoles en el debate en el Parlament que el pacto fiscal es totalmente constitucional.
Sí que sería necesario que las Cortes aprobasen una reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca) y que estableciese que Catalunya tiene un sistema propio y singular, por lo que no es una autonomía de régimen común.
Este modelo propio para Catalunya no pasa por el concierto económico vasco y navarro porque la principal diferencia es el 'cupo' que Catalunya pagaría el Estado incluiría no sólo el coste de los servicios que presta el Estado en esta comunidad, sino también una partida para la solidaridad interterritorial.
La aportación de Catalunya a las autonomías menos dinámicas se negociaría "bilateralmente" entre la Generalitat y el Estado cada cinco años, asegura el documento que aprobó el Parlament.
El pacto fiscal se aprobó este miércoles y según CDC, es la "última estación" de la relación entre Catalunya y el resto de España.
Salió adelante con el voto favorable de CiU, ICV-EUiA, ERC y los diputados Joan Laporta (no adscrito) y Ernest Maragall (PSC), el resto de diputados socialistas votaron a favor de algunos artículos pero se abstuvieron en el más emblemático --que Catalunya recaude todos los impuestos-- y en este apartado, votó en contra el PP, C's y SI.
El pacto fiscal nace con el propósito de reducir a la mitad el déficit fiscal: la diferencia entre los impuestos que pagan los catalanes y lo que reciben a cambio del sector público, que pasaría en grandes cifras del 8 al 4% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad.
'PLAN B'
El secreto más bien guardado es el 'plan b', lo que el Govern y CiU harían si el Gobierno de Mariano Rajoy rechazase el pacto fiscal, y entre las distintas opciones, se contempla la convocatoria de una consulta popular o un adelanto electoral.
El debate de este miércoles en el Parlament se produjo el día después de que el Govern reconociera que acudirá al fondo de liquidez que habilitará el Estado para las autonomías, asegurando que en ningún caso es un rescate, aunque según la oposición, sí que lo es.