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BARCELONA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Seis patrullas mixtas de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona vigilarán cada día las calles engalanadas y las plazas del barrio de Gràcia durante la semana de fiesta mayor, entre el 15 y el 21 de agosto, con un horario ampliado desde las 10 horas a las 20.
En declaraciones a los periodistas en la plaza de la Vila, el inspector jefe de la comisaría de los Mossos de Gràcia, Ricard Fernàndez, ha explicado que estas patrullas se centrarán en hacer "patrullaje de proximidad" en las 18 calles adornadas y en las plazas donde haya actos, las zonas con más afluencia de público.
"A la ciudadanía le gusta ver que los dos cuerpos policiales que trabajan en el barrio están bien coordinados", ha indicado el inspector, por lo que por segundo año consecutivo se ha impulsado esta colaboración policial, además de que cada policía despliega sus propios efectivos en la zona.
De hecho, respecto a una semana normal, se aumenta "mucho" la presencia policial en el barrio, en unos días de gran afluencia en que el delito más habitual es el hurto, mientras que en los últimos años las peleas han tenido muy poca incidencia.
Por la noche, se activará otro dispositivo en las plazas donde hay conciertos, para garantizar el orden público y que los asistentes se marchen en el horario previsto, entre las 3.30 horas y las 4, cuando los agentes empiezan a vaciar los espacios para que los vecinos puedan descansar y se puedan limpiar las calles.
El operativo será muy similar a los años anteriores, y se irá adaptando día a día, ha indicado Fernández, que ha detallado que pese a que esperan que pasen por las fiestas más de un millón de personas --una cifra parecida a la del año pasado--, "el número de delitos no aumenta por lo que es la afluencia de público esta semana".
Según ha explicado el intendente de la Guardia Urbana del Distrito de Gràcia, Joaquim Arandes, prevén realizar una cobertura especial en la Cercavila y el Correfoc, además de otros actos multitudinarios.
LUCHA CONTRA 'LATEROS'
Una de las problemáticas en la que se centrará la Urbana, además de los temas de civismo, es la venta ambulante --el año pasado decomisaron 27.000 latas--, ha indicado el intendente, que ha detallado que tratarán de "evitar que los lateros lleguen a los puntos donde están los compradores", con más control en las plazas.
Así, tienen detectados puntos utilizados para almacenar la mercancía en el barrio, como por ejemplo pisos donde viven estas personas, que serán objeto de vigilancia para poderles decomisar las bebidas antes de que salgan a vender.
Arandes ha indicado que también realizarán una "especial vigilancia" a algunos de los actos de las fiestas alternativas, como la manifestación prevista para este miércoles a las 19 horas desde Fontana en recuerdo al vecino del barrio, Roger, asesinado en 2003, así como los conciertos de la plaza del Raspall.
