Los presos catalanes son "muy consumidores de servicios sanitarios" y tienen más trastornos mentales

Padecen más infecciones derivadas del consumo de drogas por vía parentelar como VIH y hepatitis

La directora del Programa de Salut Penitenciària del Institut Català de la Salut, Elisabet Turu, y el director del Pla Director de Salut Mental i Addiccions de la Generalitat de Catalunya, Josep Tristany
La directora del Programa de Salut Penitenciària del Institut Català de la Salut, Elisabet Turu, y el director del Pla Director de Salut Mental i Addiccions de la Generalitat de Catalunya, Josep Tristany - SJD
Europa Press Catalunya
Publicado: jueves, 12 junio 2025 18:31

BARCELONA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los internos en centros penitenciarios de Catalunya son "muy consumidores de servicios sanitarios" y sufren más trastornos psiquiátricos.

Así lo ha manifestado este jueves la directora del Programa de Salut Penitenciària del Institut Català de la Salut, Elisabet Turu, durante la presentación del documento 'Model català de Salut Mental en l'àmbit judicial' en el marco de la I Jornada de Salut Mental Penitenciària que organiza el Parc Sanitari Sant Joan de Déu en Sant Boi de Llobregat (Barcelona).

La directora ha explicado que la población penitenciaria es "una población muy demandante" de servicios sanitarios, sobre todo de la atención primaria, probablemente porque es más accesible, y hacen un uso menor de consultas externas.

Turu ha señalado que la incidencia de patologías, como los trastornos psiquiátricos, entre los presos es mucho más elevado "para sorpresa de nadie", así como las infecciones derivadas del consumo de drogas por vía parentelar, como el VIH o la hepatitis.

La dependencia a sustancias estupefacientes entre las personas privadas de libertad en Catalunya son "muchísimo más elevadas, de una forma muy llamativa" que en el resto de la población.

MORBILIDAD Y MORTALIDAD

En lo referente a la morbilidad, los riesgos basales altos y moderados pasan de un 11% en la población convencional a un 37% en la población penitenciaria.

La mortalidad de las personas que han estado en prisión también es mayor, incluso cuando ya están en libertad, un hecho que la directora ha atribuido a la mayor morbilidad y al hecho de tener unos hábitos distintos de funcionamiento.

EL PERFIL

Turu ha explicado que el perfil de los internos en Catalunya es el de un hombre (94%) con edad media de 38 años, extranjero (52%), con alta carga de morbilidad, muy consumidor de los servicios sanitarios, de nivel socioeconómico bajo o muy bajo, con una alta prevalencia de infecciones, de trastornos mentales y de consumo de sustancias, fumador (78%) y con problemas gingivales o dentales (60%).

Entre los elementos clave en los procesos asistenciales en las prisiones de Catalunya, Turu ha destacado la importancia que tiene la información clínica en el momento del ingreso, "esencial para que la persona que ingresa en prisión, su salud no se ve afectada por su condición de preso".

También en el momento de su excarcelación, cuando abandonan un sistema "tremendamente proteccionista", para que tengan una vinculación con la salud convencional mediante un enfermero de enlace y un Plan de Servicios Individualizado (PSI).

Además ha aprovechado para recordar a las personas que comienzan a trabajar en prisiones que la condición de preso es "transitoria", que las actuaciones se tienen que adaptar a las características sociodemográficas y epidemiológicas de los internos y que los reos mantienen intactos todos sus derechos, como el de la confidencialidad clínico-paciente o el de su voluntad de no tratarse.

MODELO UNIVERSAL, HOMOGÉNEO Y EQUITATIVO

Por su parte, el director del Pla Director de Salut Mental i Addiccions de la Generalitat de Catalunya, Josep Tristany, ha dicho el modelo catalán es universal, homogéneo y equitativo y que "no sólo se intenta, sino que se ofrece que las personas internas tengan exactamente los mismos servicios que tienen las personas que están en el ámbito civil".

Se trata de un modelo de atención escalonada basado en evidencia científica y en el que la intensidad de la atención se adapta a las necesidades individuales y a las características de la persona atendida, a la severidad del cuadro clínico y también a su situación psicosocial.

Tristany ha explicado que todos los centros penitenciarios de Catalunya cuentan con un Equipo de Salud Mental y Adicciones (ESMiA) que cuentan con profesionales de psiquiatría, psicología clínica, enfermería de salud mental y terapia ocupacional, y que hay un Centro de Atención y Seguimiento (CAS) de las adicciones da servicio a los centros penitenciarios Brians 1 y Brians 2 (Barcelona).

El director ha manifestado que recientemente se ha aprobado un nuevo modelo de atención a las adicciones, que está pendiente de despliegue, y que los programas que ofrece el CAS son tanto de intervención individual como grupal.

También ha explicado que hay una Unidad de Hospitalización y Rehabilitación Psiquiátrica Penitenciaria Intensiva (Uhrpi), una Unidad de Rehabilitación no intensiva en Quatre Camins (Barcelona) y una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Penitenciaria (UHPP).

La Uhrpi, que ofrece rehabilitación en salud mental, funciona desde 2009 en Brians 2 y cuenta con 80 camas: 55 en la unidad de rehabilitación intensiva, 20 en la unidad de tránsito a la comunidad y 5 en la unidad de observación.

La UHPP está ubicada en Brians 1 y es una unidad mixta de diagnóstico, evaluación y tratamiento de salud mental, con un total de 66 camas: 10 para agudos, 19 para subagudos, 8 en la unidad de atención en situación preventiva y 8 en la unidad de mujeres.

La Unidad de rehabilitación no intensiva del Centre Penitenciari Quatre Camins (Barcelona) sirve para la hospitalización de pacientes con medidas de seguridad e internos con trastornos graves, pero actualmente se encuentra cerrada por obras.

Por último, la Unidad de Intervención Compensatoria (UIC) de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), se trata de un recurso de convivencia con ingresos por criterios clínicos, psicosociales, conductuales o emocionales según la valoración de los equipos multidisciplinarios de los centros y tiene como objetivo restablecer la autonomía de internos en situación de vulnerabilidad.

Entre los retos de futuro, ha enumerado la apertura de la Unidad de rehabilitación no intensiva del Centre Penitenciari Quatre Camins, mejorar la dotación de profesionales en los centros y mejorar la adherencia y vinculación de las personas a la red comunitaria.

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