BARCELONA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente la propuesta de Presupuesto del Gobierno municipal para 2023 con la abstención de ERC y Junts, que se suma a los votos favorables de comuns y socialistas, y el voto en contra de Cs, PP, Valents y la concejal no adscrita, Marilén Barceló.
De este modo, las cuentas pasan el primer trámite y se votará su aprobación definitiva en el pleno de diciembre, de manera que habrá un periodo de dos meses para que el Gobierno municipal los negocie con la oposición.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni (PSC), y el concejal de Presupuestos, Jordi Martí (BComú), han emplazado a todos los grupos municipales --en particular a ERC-- a negociar las cuentas que, de aprobarse, serían las más altas de la historia con 3.595,9 millones de euros, un 5,6% más que este año.
Ambos han defendido ante los grupos de la oposición que la propuesta es expansiva, que ofrece certeza a los barceloneses y que ayudará a continuar transformando los barrios: "Estamos convencidos de que la propuesta es buena pero todavía lo será más cuando consigamos el acuerdo para hacerlo una realidad", ha apuntado Martí.
En ese sentido, Collboni ha insistido a los republicanos para que negocien las cuentas con actitud constructiva porque si no es así considera que ERC "continuará con el aislamiento y el autismo político donde se está situando", mientras que Martí ha constatado que parece que quieran perder las alianzas, en sus palabras.
El concejal de ERC Jordi Castellana ha respondido a Collboni y a Martí tildando al Gobierno municipal de irresponsable y les ha avisado de que "si quieren negociación, menos palabras, menos retórica y más hechos y actuaciones".
"IDEOLOGÍA Y SECTARISMO" EN LAS CUENTAS
Desde Junts, el concejal Ferran Mascarell ha dicho que presentarán alegaciones porque considera que los presupuestos no están bien orientados, mientras que la líder de Cs, Luz Guilarte, ha criticado al Gobierno municipal por "imponer ideología y sectarismo" en las cuentas y priorizar los pactos electorales, según ella.
El líder del PP en el consistorio, Josep Bou, ha sugerido unas cuentas con las que "ser más austeros" sin reducir en los servicios sociales; la de Valents, Eva Parera, ha acusado a los grupos en el Gobierno de pecar de superbia --en sus palabras-- y ha desconfiado de los comuns para negociar, y la concejal no adscrita, Marilén Barceló, ha suscrito la posición contraria de Valents.
LUZ VERDE A LAS ORDENANZAS
La misma comisión también ha votado la propuesta de ordenanzas fiscales que plantea el Gobierno de Ada Colau, que ha pasado el primer trámite de aprobación provisional con los votos a favor de los socios del Ejecutivo (BComú y PSC) y el voto en contra del PP, mientras que ERC, Junts, Valents, Cs y la concejal no adscrita, Marilén Barceló, han hecho reserva de voto.
Las ordenanzas fiscales propuestas contemplan una congelación de las tasas, mantienen la bonificación del 75% de la tasa de terrazas e incluyen la novedad de la tarifa plana para que los barceloneses que quieran y tengan más de dos recibos puedan prorratear sus impuestos a lo largo del año.
El debate de la propuesta se ha centrado en los reproches de los grupos de la oposición hacia los comuns y los socialistas por el tiempo que se les ha dado para analizar las tasas antes de someterlas a aprobación inicial y por las discrepancias entre los socios: "El ritmo de la ciudad no es el ritmo de las desavenencias del gobierno municipal", ha lamentado Castellana.
Por parte del Ejecutivo local, la concejal de Comercio, Mercados, Régimen Interno y Hacienda, Montserrat Ballarín, ha defendido que las ordenanzas que presentan son "responsables y adecuadas" al contexto actual porque no aumentan la presión fiscal, por lo que ha llamado a la oposición a mantener un diálogo constructivo y sereno.