BARCELONA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) - El diputado del PSC Roberto Labandera aseguró hoy que la sentencia del Tribunal Constitucional del 17 de junio de 1996 sobre la Ley de Ordenación del Transporte "deja claro que CiU no quiso negociar entonces ninguna transferencia del servicio de Cercanías de Renfe", algo que, según el dirigente socialista --y en contra de lo que defiende CiU, este fallo "le permitía".
Labandera alegó también que en 2003, el entonces conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Felip Puig, --hoy portavoz parlamentario de CiU-- reclamó el traspaso de la línea férrea Barcelona-Puigcerdà acogiéndose al artículo 9.15 del Estatut que le confería competencias exclusivas en "ordenación del transporte" en su territorio. "Reclamaron la línea de Puigcerdà y se desinteresaron por Cercanías, negociaban el traspaso de otras líneas y la voluntad política les faltó" para Cercanías, afirmó.
Para el diputado del PSC, esto demuestra que CiU podía haber reclamado también Cercanías porque "existía el marco jurídico estatutario para pedirlo". Labandera reprochó también al portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, que hable de "una intoxicación" desde el gabinete de Comunicación de Presidencia, al que atribuye la filtración informativa de la sentencia de 1996, y consideró que se trata más bien de "una transferencia informativa" que no atribuyó.
"Las sentencias del TC son hechos, no intoxicaciones y merecen un respeto", afirmó Labandera, y recordó también a CiU "su historia de transferencias en los 23 años de gobierno" para reclamarle que no pida más velocidad al actual gobierno de la Generalitat. Labandera alegó también que el tripartito no pidió el traspaso de Cercanías en la pasada legislatura porque la política catalana estaba inmersa en el proceso de reforma del Estatut.
"Ha quedado en evidencia la política demagógica de CiU y de su portavoz parlamentario, en un tema en el que, con rotundidad, ha quedado claro que lo podían haber hecho y no lo hicieron", afirmó, en alusión al traspaso de Cercanías. Para Labandera, con esta información, "las acusaciones de CiU al Govern" respecto a la lentitud del despliegue estatutario "quedan en aguas de borrajas".
