El PSC avisa de que el debate soberanista está a punto de "descarrilar" por las prisas de ERC

BARCELONA 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de los socialistas catalanes y diputado en el Parlament, Jaume Collboni, ha asegurado este lunes que el debate soberanista en Catalunya está "a punto de descarrilar por las prisas que marca ERC".

En rueda de prensa, ha explicado que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se "contradice" cuando pacta con los republicanos y luego, en su libro-entrevista que ha salido a la venta este lunes, aboga por ir despacio en el debate soberanista y agotar la vía del diálogo y la negociación con el Estado.

Collboni --que ha precisado que no ha leído el libro pero sí las reseñas periodísticas-- ha emplazado a CiU y ERC a decir los bienes de la Generalitat que van a privatizar, ya que el proyecto de presupuestos que han acordado para 2014 prevé que el Govern ingrese más de 2.000 millones de euros mediante la venta de activos.

Según él, ERC "ha vendido su alma social a cambio de una consulta que ya se verá cómo acaba", y el PSC presentará en el Parlament preguntas por escrito a los consellers para saber qué activos quieren privatizarse.

"Tenemos derecho a saber si se venderán depuradoras, 14.000 viviendas sociales, si se privatizará Rodalies o se extenalizará la gestión" de los ambulatorios, ha defendido el diputado socialista, que añade que los catalanes tienen derecho a saber cómo se concretan estas cuentas.

DISCAPACIDAD

Collboni ha pedido a CiU y ERC no obstaculizar sus presupuestos con el debate soberanista, y ha instado al Govern a defender las políticas sociales, coincidiendo con que el martes 3 de diciembre es el Día Internacional de las personas con discapacidad.

Ha hecho su rueda de prensa flanqueado por dos militantes de la sectorial de dependencia del PSC --la concejal barcelonesa Pilar Díaz y Carme Garrido-- y ha hecho una encendida defensa del principio de autonomía de los discapacitados.

Para él, éstos no tienen "nada que celebrar" vistos los presupuestos que han acordado CiU y ERC, que los socialistas consideran antisociales y que siguen los mismos pasos de los gobiernos populares en Catalunya y la Comunidad Valenciana.