BARCELONA 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha defendido este lunes la buena coordinación que existió entre los cuerpos de emergencia que participaron en el incendio del Empordà (Girona), que superó toda capacidad de extinción en las primeras horas y que tenía un potencial de 25.000 hectáreas arrasadas.
En su comparecencia en la comisión de Interior del Parlament junto al conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, Puig ha indicado que "más allá de momentos puntuales, no se han producido problemas entre quien coordinaba y quien era coordinado", en referencia a los bomberos del Estado, de Francia y de Andorra que estuvieron bajo el mando de la Generalitat.
Ha detallado que un incendio como el del Empordà, que dejó cuatro víctimas mortales en total, avivado por la Tramuntana, fue "intenso y rápido", además de que los bosques están muy inflamables y las llamas subieron a las copas de los árboles, lanzando focos secundarios hasta a 500 metros.
"El incendio se escapó de la capacidad de extinción aunque no se perdió la capacidad de actuación", pese a que el fuego avanzaba al principio a 7 kilómetros por hora, una velocidad imposible de seguir para los Bomberos.
Los objetivos prioritarios fueron proteger a las personas, bienes y núcleos habitados, evitar que se extendiera, gestionar los recursos aportados por los diferentes cuerpos de emergencia y minimizar el tiempo de afectación de las carreteras cortadas, como por ejemplo la AP-7 y la N-II.
En el incendio se desplegaron 650 efectivos de los Bomberos de la Generalitat, 400 Mossos d'Esquadra, 400 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), 450 bomberos franceses, una unidad de los bomberos andorranos y una Brigada de Forestales.
El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) atendió a unas 70 personas, 36 fueron trasladadas al hospital, además de que 58 bomberos tuvieron que ser atendidos por afectaciones leves.