BARCELONA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior, Felip Puig, llevará su proyecto de reestructuración del Cuerpo de los Mossos d'Esquadra al Consell Executiu tras el puente, previsiblemente el 13 de diciembre, después de que ya tenga el visto bueno de función pública y Economía, han informado fuentes de Interior.
El decreto de reestructuración busca un cambio de paradigma dentro del Cuerpo una vez asentado el despliegue en todo el territorio, que se concluyó en 2008, dando más peso a las regiones policiales, que tendrán consideración de comisaría general, y simplificando la estructura.
Esta remodelación dotará de más poder al jefe de los Mossos, el subdirector operativo, que seguirá siendo el comisario Josep Milán, y que ahora contará con dos 'manos derechas': los comisarios Ferran López --que ya estaba de número dos-- y David Piqué.
Del primero dependerán todos los servicios centrales, incluida la investigación criminal, mientras que el segundo será quien coordine las regiones policiales, han indicado fuentes conocedoras.
Junto con este nuevo modelo de cúpula, el cambio de más calado es que se suprimen dos comisarías generales: la de Planificación y Ordenación y la Territorial, encargadas del despliegue y de coordinar las diferentes regiones policiales, que con la llegada de los Mossos a toda Catalunya han ido perdiendo sentido, según las fuentes consultadas.
Previsiblemente, el hasta ahora encargado de la Comisaría General Territorial, el comisario Joan Miquel Capell, tomará las riendas de una macroárea que se encargará de las relaciones de los Mossos con la Judicatura y con otros estamentos, así como de los medios de comunicación.
Además, el conseller ha optado por recuperar a la Escuela de Policía dentro del actual Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (ISPC) --así como la de Bomberos-- y poner al frente de ésta a un comisario de los Mossos, que si no se producen cambios de última hora, será quien hasta ahora estaba al frente de la Comisaría General de Investigación Criminal, Antoni Permanyer.
Con todo, las regiones policiales --Metropolitana de Barcelona, Metropolitana Sur y Norte, Central, Ponent, Girona, Tarragona y Terres de l'Ebre-- pasarán a tener un rango similar al de comisaría general, es decir, tendrán más autonomía y capacidad de decisión.
REGIÓN DE BARCELONA
En la región de Barcelona, el comisario Joan Figuera, hasta ahora jefe de la Región Policial de Ponent, en Lleida, estará en la Región Metropolitana Norte.
Otro comisarios como Cristina Manresa (Metropolitana sur) y Joan Carles Molinero (Región Metropolitana de Barcelona), mantendrán sus puestos.
Según un documento sobre la filosofía del cambio, la estructura policial ha de dar respuesta a ocho retos: visión integral del proceso de garantía de seguridad, refuerzo de la dirección y coordinación operativa, modelo organizativo de base territorial, eficiencia organizativa y excelencia profesional, reputación de la organización, evaluación continuada, diálogo con la sociedad, e internacionalización desde un posicionamiento sólido de Catalunya y el Estado.
MODELO DE SEGURIDAD
El modelo de seguridad en que debe basarse la policía catalana tiene "una visión integral, le preocupan tanto las amenazas reales como la percepción de seguridad, trabaja para prevenir el riesgo, para responder a las situaciones amenazadoras y para favorecer la capacidad de recuperación, reuniendo el esfuerzo responsable de las administraciones públicas, pero también las empresas, medios de comunicación y la ciudadanía".
El eje fundamental de la reforma es el incremento cualitativo, ya que después del fin del despliegue de la policía catalana en el territorio, ahora llega el momento de consolidar a los Mossos para la asunción de todas las funciones policiales.
"Una organización pensada para crecer e ir asumiendo constantemente nuevas responsabilidades no puede ser idéntica a una organización orientada a su consolidación y mejora continua de todos los aspectos", han argumentado.
