BARCELONA, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escritor valenciano Rafel Chirbes ha regresado a la primera línea de la literatura tras cinco años sin publicar con 'En la orilla' (Anagrama), un retrato realista del "fango y la podredumbre" que yacían escondidos tras la modernización y la especulación en España, y que sigue la estela de su retrato de la crisis, 'Crematorio', obra publicada hace cinco años.
El hallazgo de un cadáver en el pantano de Olba pone en marcha una narración protagonizada por Esteban, carpintero que se ha visto obligado a cerrar su negocio y obligado a cuidar a su padre, enfermo en fase terminal, en un baile de personajes y detallismo por el que pasan también el perro Tom, Liliana, el oportunista Francisco, Justino y el estafador Pedrós, quienes componen una red de intereses.
En rueda de prensa en Barcelona, Chirbes ha explicado que esta novela surgió a partir de la imagen del pantano, un territorio de su niñez --como la carpintería--, y que era el lugar donde huían quienes cometían delitos en tiempos pasados, algo que simboliza un presente lleno de "podredumbre".
Desde este pantano que guía la narración, la novela se centra en el espacio fangoso que siempre ha estado ahí y que nadie miraba, como un "patio trasero" donde se han ocultado delitos y se han lavado las conciencias, agrupando un todo que toca todos los temas, como la vida misma, pasando desde la prostitución a la pederastia, el terrorismo y la inmigración, entre otros grandes lugares literarios.
BODEGÓN BARROCO
El mismo autor define esta obra como un bodegón barroco con personajes a los que no quería dar una trama para no perder energía: "Hay terminales en todas las direcciones", ha dicho Chirbes, quien avisa de que las más de 400 páginas se sostienen por la tensión del lenguaje.
No obstante, Chirbes asegura que se trata de una novela sobre el dinero y su presencia en todos los ámbitos de lo humano: "Es el valor en auge", ha remarcado el escritor, quien apunta en sus páginas también la doble moral y el cinismo de la sociedad, que va subsistiendo.
Ha lamentado que se está imponiendo un modelo de gente "con rencor, sin solidaridad, sin ideología, sin perspectivas de nada: la carne del fascismo", y ha augurado que en España no hay nadie capaz de encauzar eso.
"Ahora mismo vivimos en un callejón sin salida", ha esgrimido antes de afirmar que los poderes tienen en sus manos las armas, y cuando salen 100.000 personas a protestar ellos sacan a las calles a 150.000.
Chirbes ha denostado las voces que le reprochan ser un autor que escribe realismo, reivindicando que sus obras han bebido de autores tan importantes como Marcel Proust y Thomas Mann, y ha censurado las críticas a este género, que encarnan el escritor fallecido Juan Benet.
En primer lugar se ha opuesto a que el realismo carezca de interés estético, ya que sus obras están elaboradas estética y literariamente, ha defendido; asimismo, ante quienes ven en el realismo una vuelta al pasado, ha ensalzado las obras de Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas 'Clarín', así como los libros de Truman Capote, Philip Roth y Emanuel Carrière.