(Resumen) Desalojan una quincena de casas 'okupadas' en el antiguo recinto fabril de Fabra y Coats de Barcelona

Detenida una persona con antecedentes por robo e identificadas otras 10 sin documentos

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 3 enero 2007 16:10

BARCELONA, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra emprendieron a primera hora de la mañana las tareas de desalojo y derribo de una quincena de casas bajas situadas en el interior del antiguo recinto fabril de Fabra i Coats del distrito de Sant Andreu de Barcelona, en las que vivían de forma ilegal una setentena de personas desde hacía al menos dos años.

En cumplimiento de una orden de desalojo abierta de los juzgados de primera instancia 2 y 3 de Barcelona, la Policía autonómica entró sobre las 8 horas en las viviendas situadas entre los números 34 y 56 de la calle Segre y desalojó a sus habitantes, que dispusieron de alrededor de una hora para abandonar los edificios.

Entre la setentena de desalojados había numerosas familias de origen rumano y magrebí y una veintena de menores de todas las edades. Los Mossos d'Esquadra trasladaron a comisaría a 10 personas para su identificación, por no tener documentos que les acreditaran, y detuvieron a una persona que estaba reclamada por robo.

El inspector de los Mossos d'Esquadra Jordi Rodón aseguró hoy que durante el desalojo no se produjo ningún incidente y que los Servicios Sociales del distrito de Sant Andreu proporcionarían asistencia a las personas que residían en las viviendas, la mayoría de ellas "de pocos recursos".

Sobre las 11.45 horas, las excavadoras iniciaron el derribo del primer inmueble, situado justo en el centro del tramo de la calle Segre comprendido entre las calles Sant Adrià y Parellada y en cuyo interior, a medida que las máquinas trabajaban, quedaban a la vista ordenadores y otros objetos personales.

La mayoría de los edificios, antiguas residencias de trabajadores de la fábrica textil, se encontraban en muy mal estado, con boquetes, paredes semiderruidas, pintadas y lonas verdes para evitar que los desprendimientos de piedra de las fachadas cayeran sobre los transeúntes.

La Policía autonómica cortó al tráfico y acordonó la calle Segre entre Sant Adrià y Perellada, en cuyos extremos se agrupaban vecinos, curiosos y algunos de los desalojados, sobre todo los pocos miembros del movimiento 'okupa' que vivían aún en la zona, en la que hasta hace un año estaba en marcha un 'kasal okupado'.

Uno de los desalojados, Sebastián García, se lamentaba junto a su mujer y uno de sus hijos de que sólo les hubieran dado una hora para recoger sus cosas. Según su relato, los Mossos d'Esquadra "reventaron la puerta" a las 8 horas y "a golpe de linterna" les obligaron a salir.

García, que llevaba dos años viviendo en el número 38b de la calle Segre, asegura que les trataron "como delincuentes" y que a pesar de que el distrito conoce su situación familiar, lo único que les han ofrecido es una semana en una pensión, "y luego a la calle".

Entre los congregados junto a las máquinas excavadoras estaban también algunos de los últimos inquilinos legales de las casas, desalojados el pasado 31 de julio, que no quisieron dar su identidad y que acudieron para ver demolidas del todo sus viviendas.

LA PROPIEDAD PASA AL AYUNTAMIENTO.

La concejal de Sant Andreu, Sara Jaurrieta, aseguró hoy que se ha ofrecido asistencia social a todas las familias desalojadas, "como se acostumbra a hacer", pero que sólo una familia ha aceptado la ayuda, que consiste en realizar un seguimiento del caso y en estudiar posibles soluciones.

Jaurrieta explicó que en las casas no había miembros del movimiento 'okupa' desde hacía al menos un año y que los habitantes de las viviendas habían ido cambiando mucho con el tiempo, desde que los primeros ocupantes empezaron a llegar hace cerca de dos años.

Según la concejal, el desalojo es una "buena noticia par los vecinos", que habían presentado numerosas quejas por la "situación de desgaste" que se había creado en ese tramo de la calle Segre, en la que el Ayuntamiento había realizado algunas intervenciones menores en los últimos tiempos, aunque sin poder evitar la "degradación" de la zona.

El Ayuntamiento de Barcelona aprobó hace un año la adquisición en tres fases del complejo industrial Fabra i Coats, propiedad hasta entonces de Renta Corporación. De hecho, el derribo de hoy lo ha realizado todavía esta empresa, ya que hasta que el terreno no esté libre de edificios la propiedad no pasa al Ayuntamiento.

La zona que hoy ha empezado a derruirse formará parte, según el proyecto provisional, de la parte destinada a espacio público, zona verde, calles peatonales y patio del Instituto de Educación Secundaria (IES) que el distrito prevé construir en una de las antiguas naves.

Jaurrieta explicó hoy que esperan que en dos días se terminen los trabajos de derribo, ya que el viernes el distrito celebra la tradicional cabalgata de Reyes que, según el trazado previsto, debe pasar por la calle Segre.

Contenido patrocinado