La autora reflexiona sobre el papel de los secretos y la 'microcorrupción'
BARCELONA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La escritora Rosa Ribas explora la complejidad de las relaciones familiares en su novela 'Un asunto demasiado familiar' (Tusquets/Capitol Books), la primera entrega de una serie que bebe del género negro protagonizada por una familia de detectives del barrio de Sant Andreu, en Barcelona.
La nueva obra --su decimotercera novela-- es un relato que fusiona dos de los temas favoritos de la autora: las "historias de familias complicadas" y los detectives, ha explicado Ribas en una entrevista de Europa Press.
La autora ha asegurado que quería escribir una "novela familiar" y que se ha servido del género negro para crear la paradoja entre miembros de una familia que se dedican a investigar, a la vez que se ocultan secretos entre ellos.
"Es género negro, sobre todo porque toca el tema familiar, uno de los más negros que hay", ha valorado Ribas.
LA NECESIDAD DE SABER
Tras la publicación de la obra, que Ribas ha gestado durante dos años, la escritora ha concluido que "a veces es mejor no saber" y que el exceso de conocimiento puede destruir, aunque reconoce que la necesidad de conocer es innata en el ser humano.
La construcción de la memoria es otro de los puntos que la escritora aborda en su nueva obra, y considera que ésta es un relato "hecho a medida" porque el individuo tiende a adaptar sus recuerdos a la imagen que tiene de si mismo.
Estas modificaciones hacen del ser humano un narrador y un mentiroso "por naturaleza", ha valorado la autora.
TOLERANCIA DE LA MICROCORRUPCIÓN
La crítica social está también presente en la nueva novela de Ribas, que ha abordado desde un 'minicacique' en el sector de la construcción, y ha considerado que se han creado estructuras a nivel de barrio: "Es algo que estaba allí, no he ido a buscarlo", ha asegurado la escritora.
Ribas ha señalado que, a su juicio, la normalización y el arraigo de la 'microcorrupción' en entornos cotidianos ha incidido en que se produzca "un nivel de tolerancia más alto a la gran corrupción".
Si bien Ribas ha reflexionado que la corrupción es "un problema humano", considera que en otros países, como Alemania --dónde vive desde hace más de dos décadas--, no se la aplaude y está más castigada.
La explotación laboral de los inmigrantes es también objeto de crítica de la autora, quién señala que está arraigada en la sociedad.
