BARCELONA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ofició esta mañana en la capilla del Palau de la Generalitat la tradicional misa de la festividad de Sant Jordi, a la que asistieron el presidente catalán y su mujer, José Montilla y Ana Hernández, además de cuatro consellers socialistas y el líder de la oposición y de CiU, Artur Mas, entre otros.
El año pasado acudieron a esta misa en la capilla de Sant Jordi cuatro consellers socialistas y Artur Mas, pero no el entonces presidente, Pasqual Maragall.
Esta vez asistieron los consellers socialistas Joaquim Nadal, Antoni Castells, Marina Geli y Joaquim Llena; la delegada del Gobierno en Barcelona, Carme San Miguel; Mas con su mujer, Helena Rakosnik, Felip Puig, Ramon Camp y el ex presidente del Parlament Joan Rigol (CiU); Francesc Vendrell y Rafael Luna (PP), y el delegado de la Generalitat en Madrid, Raimon Martínez Fraile.
También estuvieron el inspector general del Ejército, el teniente general Fernando Torres; el jefe del acuartelamiento aéreo, Francisco Jiménez Pedrol; el jefe superior de Policía, José Ireneo López; el general jefe de la Guardia Civil en Catalunya, Antonio Carrascosa; el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Francesc Xavier Vilaró, y el comisario coordinador de recursos operativos de los Mossos d'Esquadra, Josep Milán Sánchez. Además, acudieron varios representantes de la sociedad civil.
CATALUNYA: IDENTIDAD, ACOGIMIENTO Y EVANGELIO.
En su homilía, el arzobispo destacó que la festividad del patrón de Catalunya es una muestra de las raíces cristianas catalanas, y que debe servir para tomar "mayor conciencia de pueblo con una cultura y una lengua que han dado forma" a esta tierra, "más que milenaria" y que está fundada sobre "un fenómeno cultural" que puede integrar "a los individuos de las raíces más diversas".
Sistach defendió tomar conciencia de la propia identidad, ante las "crecientes corrientes globalizadoras", y pidió a la vez "acogimiento humano y cristiano" a los inmigrantes con voluntad de "enriquecer" la "identidad irrenunciable" de la propia Catalunya.
Durante la homilía también destacó la necesidad de que la Iglesia sea fiel a la identidad que le dio Jesucristo. Respecto a los retos de la Iglesia catalana, destacó el de evangelizar a la sociedad, y aseguró que ésta se hace "más responsable" si sigue el Evangelio.
Recordó que el Papa Benedicto XVI considera legítima "una sana laicidad del Estado en virtud de la cual las realidades temporales se rigen según sus propias normas", pero subrayó también que eso debe ocurrir "sin excluir, sin embargo, estas referencias éticas que encuentran su fundamento último en la religión", en palabras del Papa.
TRADICIONAL BENDICIÓN DE ROSAS.
Tras la misa, Sistach bendijo las rosas instaladas en el patio de carruajes del Palau, que se ponen a la venta a cargo de entidades benéficas que piden la voluntad. El arzobispo estuvo acompañado por Montilla y el resto de asistentes a la misa. Después, el presidente saludó a la gente que vendía las rosas y llegó a firmar autógrafos a varios monaguillos que estuvieron en la celebración eucarística.
Tras la bendición de rosas, la sede del Govern inició una jornada de puertas abiertas, entre las 10.30 y las 19.30 horas de hoy.
