BARCELONA 16 May. (EUROPA PRESS) -
El vodevil 'La meva Ismènia', del dramaturgo francés Eugène Labiche, será representado por primera vez de forma profesional en Catalunya en La Seca Espai Brossa, donde estará en cartel desde el 23 de mayo hasta el 23 de junio, bajo la batuta de Hermann Bonnín, que se estrenará como director en el teatro que él mismo dirige.
'La meva Ismènia' presenta una situación de alcance doméstico y cotidiano: un padre viudo y celoso (Jaume Pla) de los pretendientes de su hija soltera (Anna Ycobalzeta), una tía rica que convive en la casa (Lina Lambert), una sirvienta (Teresa Urroz) a la manera de la traviesa Colombina y, para cerrar el cuarteto, un "elegante y pretencioso" pretendiente (Mingo Ràfols) que viene de París para conocer a la chica y pedir su mano.
Así se presenta este conflicto en forma de sainete costumbrista a la moda del siglo XIX, si bien el cliché va mucho más allá de los códigos establecidos y se adentra en la trama a través de imágenes profundas que, según el traductor Jaume Melendres, "unen palabras y gestos de la misma forma que se unen el verbo y el predicado".
El término 'vaudeville' surge de la expresión francesa 'voix de ville' (voz del pueblo) y nace de las canciones obscenas típicas en localidad normanda de Vau de Vire que se fueron expandiendo a través de las ferias ambulantes convirtiéndose e el género de raíz popular por excelencia, según ha relatado Bonnín este jueves en la rueda de prensa organizada en la terraza del teatro, donde la pastelería Hofmann inaugura este martes un nuevo espacio de degustación de sus productos.
EL AUTOR Y LA OBRA
Eugène Labiche (1815-1888), autor de 'Un chapeau de paille d'Italia', 'Le voyage de Monsieur Perrichou' y 'La Cagnotte', es el creador del vodevil, uno de los géneros más populares del siglo XIX, que retrata de forma "inquietante y enigmática" unos personajes aparentemente ridículos y, aun así, angustiosos con tal de adaptarse al medio social que les ha tocado vivir.
"Trata temas del día a día en clave cómica a través de individuos significativos que son colocados delante de un espejo deformador para retratar condiciones humanas", ha especificado Bonnín sobre el género del vodevil, que en esta obra muestra el conflicto de intereses y la miseria humana en un contexto de rivalidad familiar.
Tanto Pla como Ràfols han recalcado el esfuerzo de Bonnín por evitar que los veteranos actores se dejarán llevar por la interpretación de personajes "sobrios y minimalistas, pero a la vez histriónicos".
"Todos los personajes son un poco miserables, tienen intereses más oscuros de los que manifiestan", ha apostillado Lambert sobre los entresijos de una comedia escenagrofiada de forma sencilla y con toques impresionistas por Manolo Trullás y ambientada gracias a clásicos franceses como 'La vie en rose', de Édith Piaf, cantados a capela.
La ayudante de dirección, Maria Junyent, ha reconocido que esta obra ha cambiado radicalmente su concepción del vodevil: "Lo veía como una caricatura extrema de unos personajes que están muy lejos de nosotros, y ahora empiezo a ver un género mucho más digno con unos personajes que, pese a estar distorsionados, se parecen bastante a nosotros".