Galarza retrata la frustración de los libreros en tiempos de crisis

El escritor Sergio Galarza con un ejemplar de 'La librería quemada'
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 15 noviembre 2014 11:13

BARCELONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El escritor y librero Sergio Galarza disecciona las consecuencias laborales de la crisis y la soledad de las grandes ciudades desde el punto de vista de un librero.

   Lo hace en su última novela 'La librería quemada' (Candaya), en un texto crítico, intimista y coral.

   El escritor, nacido en Lima (Perú) en 1976 y afincado en Madrid desde hace 9 años, se basa en su experiencia como librero para destapar la parte más dura de trabajar en una gran superficie del centro de la ciudad, en una situación de crisis donde los empresarios se niegan a reducir sus beneficios, y lo pagan los empleados, aferrados a sus puestos  de trabajo, atemorizados por los despidos y decepcionados por una vida que no les ha permitido cumplir sus sueños, según ha explicado Galarza a Europa Press.

   'La librería quemada', enmarcada en la 'narrativa de la crisis', es una crítica mordaz al mundo laboral y sus destructivas relaciones de poder, pero también a la poca solidaridad entre trabajadores y clientes y a la inutilidad de los sindicatos, "que se supone que son los que deben protegerte, pero no es así", ha señalado Galaza --de hecho, en su relato, el comité de defensa de los trabajadores solo consigue ampliar el menú de la máquina expendedora--.

   Galarza ha afirmado que no escribe de forma técnica, sino "desde la rabia, como una crítica total", mezclando trazos autobiográficos con ficción en los diferentes personajes que conforman la novela coral --como Carmencita, una joven que quería ser maestra y se ve atrapada en un futuro tras el mostrador, o Teodoro, un hombre fascista, muy de derechas, que acaba siendo el más amable con sus compañeros--.

UNA TRILOGÍA EN LA GRAN CIUDAD

   'La librería quemada' cierra la trilogía que Galarza ha dedicado a Madrid, dentro del tema de la vida en la gran ciudad que empezó con 'El paseador de perros' (Candaya, 2009) tras el que sintió que le quedaban cosas por tratar: continuó en Madrid en 'JFK' (2012), la historia de un hombre que alquila su cuerpo por dinero, y que el autor sitúa como la primera en ordenar cronológicamente la narración.

   Algunos personajes de estas dos novelas anteriores aparecen en 'La librería quemada', en la que fue difícil parar de escribir, ya que "la narración se actualiza constantemente con la vida real", ha explicado.

LIBROS DE AUTOAYUDA COMO SÍNTOMA

   Galarza lanza también una crítica sobre los libros de autoayuda, un género que, en su opinión, ha hecho tanto daño como los políticos: son "lo opuesto a la rebeldía", la obligación de aceptar el sistema y no luchar, ha recalcado.

   A pesar de que el sector editorial suele considerar la autoayuda como uno de los géneros más vendidos --algo significativo de una sociedad que no ha cumplido sus anhelos y expectativas--, Galarza ha afirmado que, donde él trabaja, está a la par que la filosofía: "Aún hay gente que quiere pensar".

   En la novela ha vertido, también, la despersonalización que ha observado en las grandes librerías, donde las mesas antiguas, de madera tallada, se sustituyen por mobiliario marca Ikea, que mimetiza el establecimiento con todos los demás, y se llena de los libros pobremente diseñados por las grandes editoriales, asegura.