La síndica de Barcelona urge a cambiar las franjas de caucho de las paradas de autobús

BARCELONA, 15 May. (EUROPA PRESS) -

La síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha urgido este martes al Ayuntamiento a retirar las franjas rugosas de caucho aún presentes en muchas paradas de autobús para guiar a los invidentes hasta el autobús, y sustituirlas por losetas de hormigón.

Vilà ha abierto una intervención de oficio tras recibir diversas quejas de ciudadanos afectados, y cree que "el Ayuntamiento se equivocó" optando por el caucho --se instalaron durante el anterior gobierno de PSC e ICV-EUiA--, ha informado la Sindicatura.

El nuevo Gobierno municipal de CiU ha tenido que abrir un presupuesto extraordinario para cambiarlas a medida que se dañan, pero aún se pueden ver en muchas paradas, y la síndica pide agilidad para evitar accidentes --las franjas se desenganchan y pueden provocar la caída de los peatones-- y que se deterioren aún más.

Fuentes municipales han explicado a Europa Press que el Ayuntamiento es consciente, y que desde finales del 2011 hay una instrucción por la cual se retiran las de caucho cuando se registra cualquier incidencia, y después se van cambiando por las losetas de hormigón en función de la disponibilidad presupuestaria.

Hasta mediados de enero se habían sustituido una cincuentena de caucho, que se instalaron en 2009 en 1.449 paradas financiadas con el Fondo Estatal de Inversión Local (Feil), y se enmarcan en una inversión de unos 3,1 millones de euros para adaptar paradas, de los cuales unos 1,3 serían para las bandas de caucho.

En 2010 se empezaron a detectar incidencias, y se decidió tirar de la garantía aún vigente, con lo que la empresa que las instaló fue reparándolas, pero se constató que seguían los problemas, y se ha acabado optando por sustituirlas poco a poco.

"PRECIPITACIÓN Y SOBRECOSTE"

Para la síndica, la decisión de usar caucho "fue precipitada y generará un sobrecoste innecesario al consistorio", y cree que no se tuvo en cuenta los problemas de mantenimiento que podía comportar, ya que este material no se recomienda para el exterior ni funciona encima de las baldosas que no permiten una buena adhesión de la goma.

El informe municipal enviado a la síndica explica que en 2009, la Concejalía de Movilidad, entonces en manos del PSC, optó por el caucho tras descartar otras posibilidades, como la loseta de hormigón gris, que no sobresale del pavimento, y la pintura de doble componente.

Según la Sindicatura, parece que en la decisión tuvo que ver el poco tiempo de que se disponía --se financió con el fondo estatal que obligaba a un plazo concreto--, y la facilidad de trasladar las franjas, ya que cada año se hacen 150 cambios de ubicación de paradas.

Con todo, Vilà cree que las razones dadas por el Ayuntamiento son insuficientes y que no se puede estar sujeto a plazos de ejecución, y que la poco eficiente actuación municipal "ha comportado serios problemas de mantenimiento y acabará con un sobrecoste para garantizar la seguridad de los peatones".

En el informe del 2010, la Sindicatura ya advirtió de que la calidad de la actuación era cuestionable porque las bandas se desenganchaban parcialmente del pavimento original, resultaban difíciles de limpiar y no parecía que la solución fuese la idónea.