BARCELONA 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, apostó hoy por una presencia pública de la Iglesia dada la "dimensión pública de la fe o de las creencias y la naturaleza social de la persona", aunque sin una pretensión de imponer a los otros "su propia verdad".
Dijo estas palabras en su homilía de la tradicional Misa de La Mercè, que coincidió con el 120 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Mercè, y a la que asistieron el presidente de la Generalitat, José Montilla; el inspector general del Ejército, Fernando Torres, representantes de las casas regionales y buena parte de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Jordi Hereu.
Sistach consideró que en el occidente europeo se manifiesta una actitud "respetuosa" con las creencias religiosas, pero lamentó que insiste "unilateralmente" en que todas las creencias, "por el hecho de ser algo interno de la persona", han de quedar reducidas "al ámbito de la conciencia" y, sus manifestaciones, al de "los espacios religiosos".
Consideró que la relevancia social y pública de la fe cristiana "ha de evitar una pretensión de hegemonía cultural", lo que "no significa que la Iglesia no haya de ofrecer la verdad en la sociedad", cumpliendo así su misión de ser anuncio del Evangelio.
"Nos toca a los cristianos, nos toca específicamente a la Iglesia, es un deber y una aportación amorosa a nuestra sociedad", dijo Sistach sobre la evangelización, que calificó de "muy urgente y muy necesaria".
Recordó que la Iglesia ha hecho una aportación decisiva en la configuración religiosa, cultural y social del país, con un servicio "de gran magnitud y de mucha importancia", y defendió que "toda sociedad democrática ha de tener grupos religiosos, culturales y sociales que se ocupen de una irrigación espiritual y ética de los ciudadanos".
Sistach puso de relieve que "si la religión se valora negativamente, la laicidad se convierte en laicismo"; mientras que si la presencia de grupos religiosos es concebida positivamente, con una posibilidad de enriquecimiento para las personas y para la "edificación" de la sociedad, la laicidad logra "su significado auténtico de respeto y colaboración para con la realidad religiosa".
El arzobispo de Barcelona hizo un llamamiento a revisar si los cristianos son "suficientemente generosos y creativos" para lograr una presencia "activa y comunicativa" de la fe en "todo el tejido social, cultural e institucional" de la sociedad catalana.
POR LA RECUPERACIÓN DE CARRERA
Al iniciar la misa y terminar la homilía, Sistach deseó que se recupere pronto el obispo auxiliar y vicario general de la Arzobispado de Barcelona, Joan Carrera, que tuvo que ser operado de urgencia el viernes.
Además, pidió al Señor que ayude al país a ser "bien fiel" a las raíces cristianas, y a la Mercè que ayude a los inmigrantes a encontrar trabajo en el país, donde "encontrarán siempre una acogida fraternal".
También tuvo un recuerdo para los difuntos, heridos y familiares del accidente de autobús del sábado del Carmel, en el que murió una niña de 10 años y una mujer de 36, y de los recientes atentados de ETA.
Al salir a la calle para hacer el tradicional paseo de La Mercè hasta el Ayuntamiento, les aguardaban un grupo de vecinos de la entidad Salvem Vallcarca, que hicieron silbidos y acusaron a Hereu de "especulador" y "mentiroso", y que portaban pancartas con imágenes del alcalde, el conseller de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, y del empresario de la construcción Josep Lluís Nuñez.
También aguardaban un grupo de empleados de la empresa Simon, donde 80 trabajadores están afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) de la factoría de la calle Sancho de Àvila de Barcelona; y un grupo de personas que clamaron contra las corridas de toros.
La comitiva caminó por las calles Ample, Regomir y Ciutat hasta llegar al Ayuntamiento, en cuya puerta lateral estaba el ex presidente de la Generalitat y ex alcalde, Pasqual Maragall, con uno de sus nietos.
CONCEJALES AUSENTES
Los cuatro ediles del grupo municipal de ICV-EUiA y dos de los cuatro concejales de ERC no asistieron a la misa por su posición a favor de la laicidad de las instituciones, algo que ambas formaciones ya hicieron el año pasado.
En concreto, los ausentes fueron, por parte de los ecosocialistas, el presidente de la formación en el Ayuntamiento y segundo teniente de alcalde de Acción Social y Ciudadanía, Ricard Gomà; la quinta teniente de alcalde de Medio Ambiente, Imma Mayol; la concejal de Mujeres y Juventud y del distrito de Horta-Guinardó, Elsa Blasco, y el concejal de Derechos Civiles, Joaquim Mestre.
Por parte de los republicanos, acudieron el presidente de ERC en el Ayuntamiento, Jordi Portabella, y la portavoz de la formación, Ester Capella; mientras que no lo hicieron los concejales Xavier Florensa y Ricard Martínez. Tampoco estuvo el concejal de CiU Jaume Ciurana, por motivos personales, según indicaron a Europa Press fuentes de la federación nacionalista.
Una vez la comitiva hubo entrado al Ayuntamiento, empezó la jornada castellera con las 'colles' de Barcelona y los barrios de Gràcia, Sants, Poble Sec y Sagrada Família. Además, Montilla, Hereu y los concejales, Torres y Sistach hicieron el tradicional brindis con los representantes de las casas regionales.