LLEIDA 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El anciano de Lleida que asesinó a su compañero de clínica Jaume Nadal Meroles en la madrugada del martes con un hacha declaró hoy ante el juez de guardia que cualquiera que hubiera abierto su armario habría visto el arma.
"El hacha la tenía en el armario hace seis meses por lo menos. Engañó a un amigo para que se la trajera para hacer un regalo y le pidió que fuera a la ferretería y que se la envolvieran bonita. Explicó que la tenía en el armario de cualquier manera, que cualquiera que abriera el armario la hubiera visto", dijo hoy su abogado, Antonio Sagarra.
El juez decretó este mediodía prisión provisional sin fianza para el agresor, que reconoció el crimen y dijo que lo hizo todo por vengarse del centro. Está acusado de asesinato, según su abogado, porque la víctima no se podía valer por sí misma. "Estaba tumbado en la cama y no se podía mover, casi no podía comer solo. Ni siquiera le oyeron gritar", explicó. "Los enfermeros se enteraron porque rompió un cristal. De otra manera, hasta la mañana no se lo hubieran encontrado", afirmó Sagarra.
Según el letrado, su defendido reiteró que no tenía nada en contra de la víctima. "Contra el señor de la habitación no tenía absolutamente nada, hasta le caía bien y todo. Simplemente como hoy lo tenían que sacar del centro y lo tenían que mandar a una residencia de pago de Balaguer (Lleida) tomó la decisión y por la noche lo mató", dijo.
Sagarra explicó que el agresor, que camina con un andador, tenía previsto marcharse a Colombia. "Se enfadó porque lo despachaban y lo enviaban a una residencia de Balaguer. Ese era el motivo final por el que se enfadó, pero ya tenía más resentimiento hace tiempo. Se quejaba de que no dejaban entrar a algunas personas que iban a visitarle y por lo visto estaba enemistado con las enfermeras y con un médico", relató el abogado.
Hoy el anciano, mientras era conducido por los Mossos d'Esquadra al juez, dijo ante los periodistas que le esperaban que tiene la "conciencia tranquila" y no se arrepiente, ya que le "han obligado a hacerlo", y que todo fue cuestión de "mala suerte". También acusó a uno de los médicos de ser un "gángster" y lamentó que la dirección del centro no se hubiera esperado un mes y medio a echarle, cuando tenía previsto irse voluntariamente a Colombia.
Tras declarar ante el juez volvió a detenerse ante los periodistas y contó que lo tenía planeado desde hace tres años, sin especificar si se refería a cometer un asesinato o a cualquier otro tipo de protesta contra el centro. Su abogado precisó que hace tres años pensó en hacer "alguna" cuando lo echaran y contó que ante los Mossos d'Esquadra había declarado que quería ir a diez habitaciones más. "Ayer dijo que quería hacer diez habitaciones más, lo que no entendí es si al final sólo quería romper cristales o quería matar a diez personas, pero se conformó con una", declaró Sagarrra.
José S.S., de 65 años, confesó ante los Mossos que alrededor de las 01.30 horas golpeó seis veces con el hacha a su compañero de habitación de 84 años mientras dormía. Le golpeó en la cabeza, en los brazos y en el tórax causándole heridas que provocaron su muerte a las 5 horas en el Hospital de Lleida Arnau de Vilanova. Luego destrozó los cristales a golpes y se metió en la cama.
El agresor lleva cinco años en el centro y, según su propia declaración, no es la primera vez que arremete contra otro paciente, ya que hace dos años agredió a una mujer con unas tijeras.