BARCELONA 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Sustituir las aceras construidas con granito por otras de hormigón o asfalto podría llegar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un máximo del 60%, según se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Politècnica de Catalunya (UPC) y la empresa Inèdit.
El estudio, que publica la revista 'Transportation Research', analiza toda la energía consumida en el proceso de producción, transporte, construcción, mantenimiento e incluso eventuales reparaciones de los materiales que componen las aceras durante un periodo de 45 años.
De hecho, a pesar de que la vida promedio de un pavimento de asfalto es de solo 15 años, frente a los 20 años del granito y los 45 años del hormigón, el estudio apunta que el asfalto sería la mejor solución para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Los investigadores, que contemplan hasta nueve escenarios de variabilidad de la vida útil pavimento, señalan que el asfalto emite un 2,2% menos de CO2 que las aceras de hormigón y un 22% menos que las de granito, y todo ello a pesar de que el asfalto requiere el doble de operaciones de mantenimiento y reparación.
Por todo ello, el trabajo concluye que el hormigón y el asfalto son las soluciones más respetuosas para el medio ambiente, y señala que el granito --piedra natural mayoritaria en la pavimentación exterior-- son las que más gases de efecto invernadero emiten a lo largo de su ciclo de vida.