El servicio del COPC recibe 2.381 llamadas desde el 22 de marzo
BARCELONA, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El servicio telefónico de apoyo emocional a la ciudadanía activado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Col·legi de Psicologia de Catalunya (COPC) ante el coronavirus ha cuadruplicado la demanda desde su puesta en marcha el 22 de marzo, y ha atendido a 2.381 personas hasta el 28 de abril, informan fuentes municipales a Europa Press.
La vicepresidenta de la sección de emergencias del COPC y coordinadora del dispositivo, Mònica López Benavent, ha declarado a Europa Press que, cuando el Gobierno endureció el confinamiento, pasados 15 días, "se disparó la demanda y el equipo de psicólogos fue creciendo" para adaptarse a la situación y poder atender a todos.
El ciudadano puede llamar las veces que quiera al teléfono 649756713 donde, de lunes a domingo de 9 a 20 horas: le atienden psicólogos con experiencia en emergencias, que escuchan, realizan una contención emocional y dan recomendaciones.
"Se deja a la persona muy conectada con su entorno, y en algunos casos se les vincula a recursos asistenciales de la Xarxa de Salut Pública", y López asegura que el servicio ha sido bien acogido y algunos usuarios llaman tiempo después para decirles cómo les ha ido y agradecérselo.
La coordinadora del servicio ha recalcado que la franja de edad de las personas que llaman es de 20 a 70 años, y ha valorado que llame gente de edad avanzada: "Sorprende, porque los ancianos normalmente no vienen de una generación acostumbrada a ir al psicólogo".
Según han informado fuentes municipales a Europa Press, del 20 al 26 de abril se ha derivado a seis personas al Consorci Sanitari de Barcelona por trastornos afectivos (depresión la mayoría de casos) y trastornos de personalidad sin suficiente seguimiento de los profesionales de referencia, y ha habido un caso de ideación autolítica.
MENOS MIEDO A CONTAGIARSE
El miedo al contagio de Covid-19 y la ansiedad y frustración por el confinamiento fueron emociones muy presentes las dos primeras semanas de estado de alarma, pero esos han bajado con el tiempo: "Nos hemos adaptado y hemos adaptado el miedo a ser infectados", según la coordinadora del servicio.
Ahora, las emociones predominantes son el duelo por la pérdida de un ser querido, "la tristeza, la culpa, no haberle podido cuidar, despedir, o ver, y no haberse podido sentir acompañado por amigos y familiares", y, al mismo nivel se encuentra el miedo a las pérdidas económicas, al futuro, a la incertidumbre y a lo vinculado a la seguridad.
Además, han disminuido las demandas de las personas con una patología mental previa que han sufrido una descompensación emocional al estar encerrados en casa y que dejaron de tener un seguimiento, que ahora han podido ir recuperando.
SERVICIO SIN PRECEDENTES
Este servicio tiene una vigencia inicial de tres meses, que se irá adaptando según requiera la situación, y López ha subrayado que nunca habían puesto en marcha un servicio así porque nunca había habido una emergencia así: "En el caso de los atentados o las catástrofes, empiezan y acaban. Ahora no sabemos cuándo terminará".
La vicepresidenta de la sección de emergencias del COPC confía en que "la mayoría de la población saldrá hacia delante", ya que, según explica, los humanos están preparados para afrontar una situación adversa activando sus propios recursos y apoyándose en personas de confianza que terminan siendo un factor de protección.
Este servicio de atención emocional para la ciudadanía se complementa con otros servicios específicos para diferentes sectores, como el teléfono de apoyo emocional a autónomos y pymes (900505805), el de las trabajadoras del hogar y del cuidado (900505805), para profesionales de servicios esenciales (935678856), además del teléfono de la Esperanza (682900500) que funciona todo el año y que ha recibido 3.818 llamadas del 14 de marzo al 28 de abril.
