El TNC viaja de la oscuridad a la luz en un 'Frankenstein' con "un tiro certero al corazón"

El equipo de ‘Frankenstein’ en el TNC
EUROPA PRESS
Publicado: viernes, 9 febrero 2018 13:54

   Àngel Llàcer, Joel Joan y Lluís Marco encabezan un reparto dirigido por Portaceli

   BARCELONA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) acogerá desde el jueves 15 de febrero hasta el 25 de marzo un 'Frankenstein' que viaja de la oscuridad a la luz arrojando sobre el espectador "un tiro certero al corazón", basado en la novela de Mary Shelley, adaptada por Guillem Morales, con dirección de Carme Portaceli e interpretación de Joel Joan, Àngel Llàcer, Lluís Marco y Magda Puig.

   Según ha explicado Portaceli en rueda de prensa este viernes, la novela versa sobre el amor y la muerte, "que es lo que el ser humano no entiende", diana de la historia, que contiene dos viajes opuestos: de la luz a la oscuridad por parte del doctor Victor Frankenstein, y a la inversa en el caso de su criatura.

   Aunque todas las personas creen que conocen a Frankenstein, hay algunas vertientes que no, de modo que hay alguna aportación a la novela, siempre respetando la ambientación de Shelley, con un viaje de la luz a la oscuridad: "Victor entra en una oscuridad tremenda porque no puede afrontarlo".

   En el otro extremo, su ser monstruoso, emprende un camino hacia la luz, hacia el pensar, el leer y el entender, un viaje opuesto al de su creador, de modo que la obra contiene ambos relatos con un "tiro certero al corazón".

   "Es una historia preciosa que contiene toda una reflexión sobre el ser humano", ha sintetizado Portaceli, que sobre la posibilidad de incluir a Shelley como personaje, ha dicho que en la historia todas las mujeres están muertas, y los hombres se dan vida entre sí, generando un mundo que no va a ninguna parte.

   Morales ha explicado que en su adaptación, situada en el siglo XVIII, querían explicar la historia tanto del creador como de la criatura, y también introducir el tema del abandono: "Se establece un vínculo muy fuerte entre creador y creado, y aquí también está la tragedia".

CREACIÓN, NO DIVINIDAD

   En este proceso, estaba más interesado en el terreno de las emociones que en el científico --porque ya se ha visto mucho la abominación que permite la ciencia--, y ha agregado: "Te encuentras que se habla del acto de la creación y de la responsabilidad que uno tiene cuando crea vida, aunque la cosa creada sea un monstruo".

   Esto conduce a un terreno de las emociones, y también a un desafío de Dios que se aborda más desde la creación que desde la divinidad, sustituyendo esta desafío por la naturaleza, "es más interesante", por ello habla de la naturaleza y la contranaturaleza.

   "La creación corresponde al hombre y a la mujer en mayor medida, y más que estar arriba era estar en el vientre de la mujer, y le daba una dimensión que nos gustaba", ha sintetizado.

   Sobre la puesta en escena, transcurre en una caja hermética, muy contundente y que oprime, y que parece fija y sin evolución, y después puede llevarse al otro lado, y se traduce en dos viajes duales transformado por proyecciones sobre ésta; a los que se suma un espacio sonoro con entidad propia.

DEL FRANKENSTEIN "DE TORNILLOS" A UN ERUDITO

   Joel Joan ha dicho que cuando recibió la propuesta se identificaba más con el científico y su dilema moral, sin haberse planteado ser la criatura: "Me sorprendió porque pensaba que el monstruo era un poco el de los dos tornillos, y pensaba que no tendría diálogos sino sonidos, y al leer la novela quedé fascinado".

   Ha suscrito este viaje de la oscuridad a la luz y hacia la humanidad, y también hacia la erudición, porque acaba siendo un auténtico intelectual en la novela, y no tiene nada que ver con las películas más famosas, "lejos de ser un monstruo acaba siendo el más humano de todos".

   Ha considerado maravillosa su búsqueda por ser aceptado, que le ha regalado una "catarsis chula y liberadora", ya que la criatura lo tiene todo por aprender y no tiene prejuicios, así que es un espejo que refleja algo entrañable, y deja claro que el monstruo es Victor Frankenstein y la criatura es el doctor.

   Llàcer ha bromeado con que aceptó el papel por vanidad, y que ya había trabajado con Portaceli, y ha señalado que este personaje le deja destrozado por este viaje de la luz a la oscuridad, algo que ha considerado interesante pero muy cansado: "Hago daño a quienes me rodean, y no estoy acostumbrado".

   El director de la sala, Xavier Albertí, ha recordado que este año se celebran los 200 años de la escritura de la novela, y la obra versa sobre en abismo del ser humano ante la tecnología.