BARCELONA 31 May. (EUROPA PRESS) -
El líder de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, prometió hoy que si en un año es alcalde recuperará "la filosofía del concierto" para facilitar a la iniciativa privada que ofrezca un servicio público de calidad, y se fijó como prioridad "convertir la crisis en una oportunidad", para lo que vio necesario un gobierno fuerte que colabore con la sociedad.
Lo dijo en su conferencia 'La Barcelona que queremos: liderazgo, ilusión y nuevas propuestas de futuro' que pronunció en el Círculo Financiero de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, su cuarta intervención en este auditorio desde 1991. Inicialmente estaba prevista para el 8 de marzo, pero tuvo que suspenderse por la nevada que colapsó la capital catalana.
Trias dijo que el modelo político de los últimos años no ha tenido en cuenta que Barcelona es "una de las ciudades del mundo con más potencial civil", y se mostró partidario de que la sociedad civil haga todo lo pueda "por ella misma", ya que auguró que perderá la iniciativa si se la coarta.
La obsesión controladora, según él, ineficiencias económicas y financieras, ante lo que abogó por asignar bien los recursos. "Si soy alcalde lo tengo muy claro: conciertos, no subvenciones, o contratos programa que, bajo unos parámetros de actuación claros y debidamente definidos, facilitarán a la iniciativa privada ofrecer un servicio público de calidad", explicó. Como ejemplo, propuso otorgar la inspección de los comercios a los propios comerciantes.
Defendió una ciudad hecha de confianzas, en que el sector público financia y planifica, y el privado colabora con el público, especialmente en la provisión de servicios. Garantizó que buscará estas "colaboraciones" en todo tipo de sectores, y citó sanidad, dependencias, educación, servicios sociales, administración, medio ambiente y urbanismo.
Esta apuesta llega pocos días después de que la Comisión de Prospectiva del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), impulsada por el Ayuntamiento para señalar los principales retos de la ciudad en la próxima década, haya concluido que la mejora de la colaboración entre el sector público y el privado es el factor más importante para el futuro de Barcelona.
A falta de un año para las municipales, y ante unas encuestas que le son favorables, destacó que la gente les ve "como una alternativa seria y de futuro". "¡Incluso mucha gente ya me dice alcalde!", agregó, y apostó por un gobierno que incluya a "los mejores", "sean del color que sean" y del sector privado, y cohesionado, a diferencia de ahora, en que PSC e ICV-EUiA "van por su lado".
¿MÁSTER O BOTELLÓN?
A pocos días de que CiU lo declare candidato, consideró que "Barcelona necesita recuperar el rumbo" con un nuevo equipo de personas bien dirigidas, y que esté regida "con autoridad cívica y moral". Según él, "la discusión es máster o botellón", y no es posible jugar a todo.
Situó la generación de riqueza para combatir el paro como su "prioridad máxima" y, además de fomentar la concertación público privada, abogó por un plan de austeridad que limite los gastos no imprescindibles, eliminar burocracia administrativa y priorizar los gastos.
Según él, y en un momento en que el Ayuntamiento debe garantizar "que nadie quede atrás", la crisis no permite priorizar la candidatura de Barcelona y el Pirineo a los Juegos de Invierno de 2022, ya que "las necesidades sociales son otras" y no es lo que los barceloneses necesitan.
Apostó porque la riqueza que genera el turismo revierta en la ciudadanía, y defendió un cambio en el sistema de financiación del Consistorio con la participación en impuestos como el IVA. "Esto no se ha exigido nunca al gobierno del Estado, aunque la Carta Municipal nos lo reconoce", apostilló.
Asistieron más de 400 personas entre las cuales el líder de CiU, Artur Mas; el ex presidente de la Generalitat --de quien Trias fue conseller--, Jordi Pujol; Felip Puig, Pere Macías, Oriol Pujol y Miquel Roca, y concejales de CiU; el presidente del Círculo de Economía, Salvador Alemany (Abertis); Ricard Fornesa (Agbar), Isidre Fainé (La Caixa); el publicista Lluís Bassat; los periodista Josep Cuní y Luis del Olmo, y Rosa Cullell (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals).