Valentí Puig añade a sus dietarios las vivencias de entre 1986 y 1990 con 'Dones que dormen'

BARCELONA 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor mallorquín Valentí Puig ha añadido a sus dietarios 'Dones que dormen' (Proa), un libro que recupera vivencias y reflexiones que anotó entre 1986 y 1990, una época muy prolífica en la que vivía en el pueblo balear de Alaró y escribía dos o tres artículos de prensa diarios, compaginándolos con una novela, ha explicado el autor este jueves en rueda de prensa.

En un escenario muy rural, solo roto por las visitas semanales a la ciudad de Palma, se dedicaba a "mirar cómo cambia el color de las montañas", a observar y reflexionar sobre cómo pasa la vida, también de una forma poética y sensual, a través de unas notas que comprenden referencias de la actualidad de entonces mezcladas con su vida personal.

"También aparecen viajes que dan esmalte al libro, como la boda de unos amigos en México", ha añadido.

Puig debutó en el mundo literario también con un dietario, 'Bosc endins' (1982), y con las narraciones de 'Dones que fumen' (1983), del que recupera parte del título con su último libro, que se suma a una obra literaria de más de treinta títulos que engloban todos los géneros.

LA MATRIZ DE TODA ESCRITURA

El título hace referencia al tema literario del hombre observando a una mujer y preguntándose qué piensa, en el espacio nocturno en el que los celos se incrementan, ha observado, y ha bromeado sobre que espera no hacer un libro con el título 'Dones que moren' porque ama lo femenino en todas sus facetas.

Diez años más tarde, Puig ha dado forma a las notas, camuflando personajes para no invadir la intimidad, eliminando reiteraciones, pero sin añadir texto de nueva cosecha.

Puig ha considerado el género de los dietarios como un eje que se alimenta de otros géneros --sumados a las vivencias-- pero también los nutre, por su parte, y ha puesto el ejemplo de cómo de unas notas puede acabar saliendo un artículo de prensa o un fragmento de una novela.

"El dietario acaba siendo la matriz de todo lo que se quiera escribir: permite una retroalimentación constante y, para mi, fascinante", ha sentenciado sobre un género que le ha permitido crear contrastes entre lo fresco lo trascendental.

En el dietario aparece, por ejemplo, una cena con el político José María Aznar a la que lo invitó el periodista Federico Jiménez Losantos, en la que observó un futuro líder del PP "huraño y miedoso, con timidez".

También ha explicado que mientras en los anteriores dietarios había más contenido sexual y un aire más canalla, en este, que pertenece a la época de casado, ha querido preservar más la intimidad de su matrimonio.

"La sátira es divertida pero las personas merecen respeto", ha aclarado, sobre el cambio de tono.

"Tengo la sensación de que la literatura mallorquina es poco respetada", ha reflexionado, y ha señalado que encuentra injusto que mientras se reconoce a autores recientes, se subestima también desde la misma cultura mallorquina a escritores costumbristas, rurales o teatrales anteriores.

En este sentido, ha señalado como clave la figura de Francesc Borja Moll, que además de fundar una editorial consiguió que cada domingo las familias escucharan las tradicionales 'Rondalles' mallorquinas en la Radio Popular de Palma, "manteniendo lo popular".