El histórico grupo chileno ofrece un concierto en el que también homenajeará a Lluís Llach
BARCELONA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El cantautor chileno Víctor Jara volverá a estar "presente" este martes en Barcelona de la mano del histórico grupo Quilapayún, que le redirá homenaje en el Palau de la Música Catalana en el marco del Festival BarnaSants.
"Víctor Jara es un hermano. Está presente, no vamos a renegar de eso", ha resumido en rueda de prensa Guillermo García, uno de los componentes del grupo formado en 1965 y del que el propio Jara fue director en sus comienzos, antes de morir asesinado a manos de los militares durante el golpe de estado de Augusto Pinochet.
La actuación de Quilapayún servirá también para rendir homenaje al cantautor catalán Lluís Llach, gracias a la interpretación de la canción 'Amor que m'ets amic' (Amor que eres mi amigo), inspirada en el presidente chileno Salvado Allende, y contará además con la participación invitada de la artista cubana Telva Rojas.
'La muralla', 'El aparecido', 'Manifiesto' y 'Te recuerdo Amanda' forman parte de un imaginario colectivo que Quilapayún se ha conjurado para rescatar en una actuación diseñada para la ocasión, y que englobará igualmente otros temas propios de su último disco 'Siempre'.
El grupo chileno retornará al Palau de la Música después de su actuación en 1978, si bien ya en 2009 cerró el BarnaSants con la interpretación de la cantata de Santa María de Iquique, compuesta en recuerdo de los 3.500 trabajadores asesinados en 1907 en dicha localidad chilena durante una protesta por la mejora de sus derechos fundamentales.
A pesar de los años transcurridos desde los orígenes de Quilapayún, sus ocho integrantes han reivindicado la vigencia de sus letras --más visible con incorporaciones al grupo como la del hijo de Ismael Oddó-- y porque el legado de esta formación "no es fortuito" y transpira intencionalidad en su canción protesta.
Esa misma "capacidad de indignarse" que reivindican los chilenos les vale para recordar, más de tres décadas después, la "vergüenza" de que el asesinato "brutal" de Víctor Jara sigue impune y sus ejecutores no han sido juzgados.
Y en la misma línea se hacen eco de las revolución portuguesa de los claveles, la actual revolución del jazmín de Túnez y defienden que a lo largo de la historia es una constante avanzar dos pasos y retroceder uno, y por ello sus canciones pueden seguir sonando con vida propia, reafirmado a diferentes generaciones en su fidelidad al "profundo compromiso con la libertad".
Muestra de ello, han recordado el episodio de los 33 mineros atrapados en una mina de Chile, tan solo para advertir que la "explotación" que provocó el drama, si bien esta vez con final feliz, ya la describió Jara en su 'Canción del minero'.
