Víctor Torres, de miliciano republicano a secretario general de la Presidencia en el exilio

Actualizado: domingo, 19 junio 2011 16:43

BARCELONA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Militante de ERC desde su fundación, en 1931, Víctor Torres fue un hombre de partido tanto en los momentos de bonanza como en los tiempos de adversidad. Luchó por la república en la columna Macià-Companys durante la Guerra Civil, fue secretario general de la Presidencia de la Generalitat en el exilio y, con el retorno de la democracia, vio culminado un sueño: convertirse en diputado del Parlament restituido.

Hijo de otro histórico catalanista republicano, Humbert Torres, y hermano pequeño del poeta Màrius Torres, nació en enero de 1915 en Lleida, en un entorno familiar que prácticamente le predestinaba a dedicar su vida a la política.

De hecho, ya muy joven empezó a militar en la Joventut Republicana de Lleida, fundada y dirigida en ese momento por su padre y, más tarde, por su tío.

Al fundarse ERC, se integró automáticamente como miembro de las juventudes republicanas.

Tras el estallido de la Guerra Civil, se integró como miliciano voluntario en la columna Macià-Companys, con la que luchó por la república en el frente de Aragón.

Después, se convirtió en comisario político hasta el fin de la guerra.

"Si alguien afirma que Esquerra ha sido un partido que no ha dado sangre, que no ha hecho ningún sacrificio por la lucha, que se le califique de miserable (*). Los hombres que constituimos la inolvidable columna Macià-Companys hemos luchado, luchamos y lucharemos por nuestra bandera y nuestros presidentes", sentenció el mismo Torres, en relación a este periodo, en el tercer pleno de ERC, reunido en Barcelona en febrero de 1938.

Con el exilio, llegaron los años más duros de la vida del republicano. Inicialmente recluido en el campo de concentración de Sant Cebrià y después instalado con su familia en Oceja, Lyon y, finalmente, en Montpellier, tuvo que lidiar con el hecho de ser un catalán exiliado en una Francia ocupada por los nazis.

Aun así, en esa época conoció a la que fue su mujer y madre de sus tres hijos, Raymondé Sallé.

En enero de 1948, con la reactivación de la Generalitat en el exilio presidida por Josep Irla, Torres fue nombrado secretario general de la Presidencia durante el mandato de Josep Irla (1948-54), convirtiéndose en el alma de una institución que se mantenía viva pero en condiciones muy precarias.

Después fue colaborador de Josep Tarradellas, que le nombró asesor jurídico y miembro de su consejo consultivo. Torres recordaba que Tarradellas siempre creyó en la restauración de la Generalitat, y que fue "un gran patriota y un gran amigo".

En 1976 Torres regresó a Catalunya y a la dirección de ERC, en 1980 se convirtió en diputado del Parlament, y fue designado senador en representación de la Cámara catalana. Fue además vocal de la Comisión mixta de traspasos Generalitat-Estado.

Aunque se retiró de la primera línea política a finales de los ochenta, ejerció después cargos honoríficos dentro del partido y su trabajo fue reconocido con distinciones como la Creu de Sant Jordi de la Generalitat y la Medalla de Oro de la ciudad de Lleida.

En 2006, ERC le entregó la insignia de platino del partido coincidiendo con su 75 aniversario.

"Alguien ha dicho que el año 2020 será el de la independencia de Catalunya. ¡Ojalá esta profecía se convierta en realidad!", sentenciaba en una entrevista de La República en 1991, proclamando una de sus máximas políticas.