Vox irrumpe en el Parlament y se sitúa como referente de la derecha constitucionalista

   Vox ha irrumpido en el Parlament con 216.199 votos (7,68%) y 11 escaños en la primera ocasión en la que se ha presentado a unas elecciones catalanas y ha superado a los partidos de derechas constitucionalistas en Catalunya convirtiéndose en el relevo de Cs (6) y --antaño los populares (3)-- y erigiéndose como el referente de la derecha constitucionalista en Catalunya.

   Pese a imponerse al resto de candidatos de este bloque, queda lejos de los resultados de Cs en las pasadas elecciones y no logra imponerse como primera fuerza del constitucionalismo, ahora representada por el PSC que ha ganado los comicios.

   Pese a que Vox es la fuerza más votada del constitucionalismo de derechas, este bloque pierde la mitad de los respaldos, 20 escaños, en comparación con las últimas elecciones cuando consiguió 40 (36 de Cs y 4 del PP), aunque su entrada le otorga grupo parlamentario propio de forma sobrada, en contra de lo que señalaban algunas encuestas.

   La formación liderada por Santiago Abascal ya hizo una demostración de fuerza en los últimas elecciones generales: en las de 28 de abril de 2019 obtuvieron 2.677.173 (10,26%) y 24 escaños y en la repetición electoral subieron a los 52 escaños convirtiéndose en la tercera fuerza del congreso con 3.656.979 votos (15,21%).

   En esas elecciones, en Catalunya Ignacio Garriga ya era el cabeza de lista y obtuvo en la primera vuelta 148.481 (3,6%) y un escaño, y en la segunda ascendió a los 243.640 votos (6,33%) y dos escaños.

   Vistos los resultados, Vox presentó una moción de censura al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en lugar de defender Abascal, defendió el candidato Garriga, ya con la vista puesta en las elecciones catalanas, en las que la formación ya había decidido presentarlo a él.

   Garriga ha aprovechado la dinámica ascendente y ha hecho una campaña enfocada en desacreditar la gestión de la coalición progresista del Gobierno y a los partidos independentistas del Govern, a los que tachaba de "mafia separatista".

   Por otra parte, ha acusado al resto de partidos constitucionalistas --PP y Cs-- de "connivencia" con su proceso de independencia tachando la aplicación del artículo 155 tras la celebración del 1-O de blando.

   Estos argumentos le han servido para situarse al frente del bloque de derechas constitucional en Catalunya, lo que da impulso a la formación en el resto de España.

   Pese a que en su programa Vox plantea la supresión de los parlamentos autonómicos, esta es la cuarta cámara en la que Vox consigue representación después de lograrlo en la Comunidad de Madrid, en Andalucía, y entrar en las últimas elecciones vascas con un escaño por Álava y no lograr representación en las elecciones gallegas, donde Alberto Núñez Feijóo acaparó en exclusiva todo el voto de la derecha constitucionalista.