Actualizado 29/02/2012 19:47

Melilla pide a España y Marruecos fórmulas para agilizar la frontera

Valla fronteriza entre Melilla y Marruecos
EUROPA PRESS

MELILLA, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha pedido a los gobiernos de España y Marruecos que busquen las fórmulas necesarias para conseguir que la frontera terrestre entre ambos países, como las de Melilla y Ceuta, sean ágiles y se eviten las colas que se forman en la actualidad, que pueden superar las dos horas de espera.

A preguntas de los periodistas, Imbroda ha subrayado esta solicitud después de ser cuestionado por los efectos que va a tener sobre la economía de la ciudad española del Norte de África el desarme arancelario que se produce a partir de este jueves entre Marruecos y la Unión Europea.

La primera autoridad melillense ha subrayado que "en contra de lo que se pensaba, no ha tenido impacto" este desarme arancelario, ya que la recaudación de impuestos por la importación de productos para su posterior reventa en el país vecino no ha bajado, y que más que esto, lo que le preocupe son las retenciones kilómetricas que se producen para poder entrar o salir por la frontera que separa Melilla de Marruecos.

Por ello, Juan José Imbroda ha demandado a los ejecutivos español y alauí que tomen las medidas oportunas para lograr unos pasos fronterizos "más fluidos y expeditos" porque, en su opinión, haría falta "un poco de voluntad" para lograr ese objetivo.

La principal frontera que separa Melilla de Marruecos, tras su remodelación a mitad de la década de los 2000, cuenta con ocho carriles, cuatro de entrada y otros cuatro de salida, pero sin embargo sólo están operativos uno de entrada y otro de salida ya que en la parte marroquí de la aduana, se forma un "cuello de botella" en el que quedan atrapados los vehículos en un solo control. Esta situación provoca colas que superan muchas veces las dos horas y que se ven agravadas en fechas como las coincidentes con la Operación Paso del Estrecho, con la llegada o el regreso por Melilla de miles de magrebíes que trabajan en distintos países de la UE.