CEUTA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
La comunidad musulmana de Ceuta, que supone aproximadamente el 50% de sus 84.000 habitantes, ha celebrado este lunes por séptimo año consecutivo como festivo laboral su Pascua del Sacrificio, Eid El Kebir, la festividad más significada del calendario islámico, que a primera hora de la mañana ha reunido a miles de personas en los rezos colectivos al aire libre organizados en la periferia de la ciudad, donde posteriormente se han sacrificado a unas 5.000 cabezas de ganado ovino y caprino.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (Ucidce), Laarbi Maateis, ha aprovechado la oración multitudinaria promovida por su entidad en Loma Margarita para instar en declaraciones a los medios a la Asamblea autonómica a incluir también en el calendario laboral de 2017 como festiva la jornada en la que se rompe el ayuno tras el mes de Ramadán, Eid Ul Fitr.
Tanto el PSOE como Caballas y el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), se han mostrado partidarios de buscar una fórmula para atender esta solicitud sin eliminar otras fiestas religiosas del calendario, mientras que el PP, con 13 de los 25 escaños de la Cámara, no ha querido pronunciarse hasta que se produzca el debate en el Pleno, previsiblemente a finales de este mes.
Los técnicos de la Administración autonómica ya han dado su visto bueno al planteamiento del tercer grupo de la oposición, el MDyC, que aboga por evitar trasladar al lunes 2 de enero la festividad de Año Nuevo y por suprimir, como ya se hizo en varios de los últimos ejercicios, el Día de Ceuta, que hasta ahora se ha conmemorado cada 2 de septiembre.
Desde el punto de vista de Maateis, no incorporar la jornada de ruptura del ayuno al calendario laboral de la ciudad supone darle la espalda a la "realidad social" de Ceuta, que tanto este lunes como las dos próximas jornadas permanecerá parcialmente paralizada debido a que la comunidad musulmana alarga los festejos durante 72 horas.
La Ciudad Autónoma ha instalado 21 carpas en distintos puntos y barriadas de la periferia de Ceuta con vecindarios de confesión mayoritariamente musulmana para facilitar el sacrificio de las cerca de 5.000 reses ovinas y caprinas que se han traído desde Algeciras (está prohibido importar ganado de Marruecos) para esta festividad.
