Sobre la denuncia que presentó en el año 2008 por la supuesta compra de votos por esta coalición electoral en las generales de ese año
MELILLA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
Nordin Abdel Lah Chadli, el principal testigo del llamado "caso voto por correo", por el que la Fiscalía acaba de pedir 231 años de prisión a una treintena de miembros de PSOE (17) y CPM (13) en Melilla, ha presentado en el Juzgado de Instrucción número 5 un escrito en el que afirma que "lo manifestado respecto a CPM es falso", pero no hace ninguna referencia a sus acusaciones contra el PSOE.
Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, que lo presenta en relación a la denuncia que le interpuso el abogado Rachid Mohamed Hammu, letrado habitual de CPM, denuncia por la que está imputado Nordin Abdel Lah, señala que "el abogado Rachid Mohamed Hammú y ningún miembro de CPM me ofreció 500.000 euros para cambiar mi declaración".
En este sentido, y en relación a una grabación que le hizo el abogado al principal testigo durante una conversación que mantuvieron ambos en el despacho del letrado, Nordin Abdel lah Chadli reconoce en el escrito registrado en el Juzgado de Instrucción número 5 que "todo lo que se comenta en ese vídeo es cierto".
En esa grabación, al parecer, el testigo señalaba que había denunciado la compra de votos en las elecciones generales de 2008 por intereses políticos y personales. De este modo, en dicho escrito expone que "recibí concretas instrucciones del PP por parte de la abogada del PP María José Silveti, el consejero Miguel Marín y Mimón Mehamed, a cambio de que estaría bien y un puesto de trabajo".
Asimismo, en el documento entregado el 15 de mayo al juzgado, el principal testigo del caso voto por correo manifiesta además que "me sentí presionado por la Guardia Civil".
En este sentido, añade en dicho papel que "quise cambiar la declaración y decir la verdad y me presionaron tanto por parte de los miembros del PP que nombro arriba diciéndome en todo momento que eso irá en mi contra y por miedo a perder el puesto de trabajo que tenía, al igual que me sentía presionado cuando la Guardia Civil me decía que echarme para atrás ahora sería malo para mí y podría ir en mi contra, y por estos motivos no cambié mi declaración ni dije la verdad".
