MADRID, 16 Jun. (CHANCE) -
El pecho es una parte importante de la anatomía femenina como elemento de atractivo masculino y cuya apariencia preocupa a las mujeres. Es símbolo de feminidad y sexualidad y representa la conexión entre la madre y el hijo. Durante la pubertad el botón mamario aparece en el inicio del desarrollo mamario formando parte de los primeros cambios corporales durante esta etapa.
¿Qué hace que el pecho se considere estético, bello y atractivo, que códigos marcan la moda y las tendencias? A lo largo de la historia el concepto de belleza ha estado muy ligado a las proporciones y uno de los puntos más importantes a la hora de planificar una cirugía mamaria es valorar este concepto de proporciones y buscar una armonía.
Mientras que en los 50 imperaba la mujer rotunda y con curvas, en los años 60 se produce una revolución estética que retrocede al ideal de mujer de los años 20.
En los 70 y 80 la revolución del topless favorece la moda del pecho natural y triunfa la cirugía mini invasiva. En los 90, con el fenómeno de las top models, la cirugía mamaria se democratiza y aumentan las operaciones de pecho.
La moda y las tendencias en la forma de vestir siempre marcan de alguna forma nuestros deseos a la hora de pedir al cirujano un tamaño de pecho y es la labor de los profesionales la de explicar las posibilidades de tratamiento y planificar con el paciente lo que consideramos mejor en cada caso.
"Durante la primera visita la paciente pide un tamaño de copa valorando solamente el sujetador que le gustaría ponerse o la talla que tiene una amiga, nosotros tenemos que hacer la valoración real y para ello se realizan una seria de medidas que nos permiten planificar el mejor tratamiento en cada caso", dice la Dra. Marina García. En el año 1994, el equipo del Instituto Javier de Benito liderado por el Dr. Javier de Benito y junto a los americanos John Tebbets y Patrick Maxwell, desarrollaron una guía para relacionar volúmenes con copas: que significa una copa B , una copa C y cuántos centímetros cúbicos corresponderían a cada una.
La clave de un buen resultado estará en conseguir una armonía entre la altura de la paciente, la constitución y el tamaño del pecho, guardando así una relación de las proporciones, lo que nos dará un buen resultado estético.
Podríamos decir que un resultado estético y que guarde unas buenas proporciones estaría entre dos márgenes, uno en la parte superior para las pacientes que desean un pecho más voluminoso y otro en el inferior para las que desean volúmenes menores y más naturalidad pero siempre dentro de unos limites que son diferentes en cada mujer, y que dependen de la edad del paciente. "Normalmente las pacientes jóvenes nos piden un pecho redondo y voluminoso, mientras que las que han pasado por la maternidad desean recomponer su pecho vacío y atrofiado y ponerlo en sus sitio de forma natural. Por el contrario durante la menopausia y debido a los cambios hormonales es cuando se suele practicar más la mamoplastia de reducción, para extraer el exceso de grasa", afirma a la Dra. Marina García Moya.
