Kim Kardashian, sin filtros para Vogue España

Actualizado: domingo, 19 julio 2015 11:32

   MADRID, 19 Jul. (CHANCE) -

   Dicen que después de esta portada nuestra percepción sobre Kim Kardashian cambiará por completo. Y es cierto que la celebridad nos ha dejado boquiabiertos con su belleza al natural.

   Porque al contrario de lo que estamos acostumbrados a verla, perfectamente maquillada, peinada y con el estilismo estrambótico de turno, para la edición española de Vogue la socialité se ha atrevido con el reto que le propuso el fotógrafo Theo Wenner: aparecer sin maquillaje. Sin palabras, porque con poco más que una crema hidratante, las pestañas rizadas y bálsamo labial, Kim luce más bella que nunca. “Ha sido la única vez en la que, literalmente, hemos tardado un minuto en preparar su cara para una sesión de fotos. Ella se pasa casi todo el día en casa con su hija y no lleva ni una gota de maquillaje, ¡así que está acostumbrada!”, decía Mario Dedivanovic su estilista, según recoge Vogue en su edición digital.

   La mujer de Kanye West rebosa glamour con o sin maquillaje. Y otro dato, para el estilismo se han utilizado prendas muy de sport, como pantalones vaqueros viejos, un jersey roto por los codos y unas bragas blancas de algodón. Belén Antolín, directora de moda, asegura que cuando le propusieron la idea de Theo de hacer un recién levantada de verdad, Kim se metió de lleno en la idea. Es más, tal y modo desvela en este adelanto la publicación, Kardashian se encontró con el cámara en la Gala MET mientras que ella hablaba con Anna Wintour y le aseguró que la producción de Wenner iba a dar la vuelta al mundo. Solo con mirar la portada descubrimos a una Kim desconocida, que parece hasta tímida, nada que ver con la exuberante marinera de Rolling Stone o la chica del tremendo trasero de la revista Paper.

   Pero tranquilos, que es solo un espejismo de verano. La más famosas del clan Kardashian vuelve por sus fueros y se lo quita todo para W Magazine. Es más, se mete en una bañera con líquido de color plata. Una imagen vale más que mil palabras