Francisco: "Me exijo mucho, soy de los artistas que mas ensayan"

Francisco
JOSEFINA BLANCO
Actualizado: lunes, 30 noviembre 2015 18:51

   MADRID, 30 Nov. (CHANCE/Sheila Domingo) -

    Francisco emprende Nuestra Música, una gira muy especial en la que homenajea a los grandes compositores líricos y de la que saldrá su primer disco en directo. Tras estrenarse en su tierra natal, Valencia, el artista llegará a Madrid el próximo 9 de enero. Más de treinta años de carrera en los que no ha perdido la ilusión ni las ganas de seguir trabajando, porque para él el aplauso del público lo vale todo.

   Vivió una infancia muy dura en la que tuvo que ponerse a trabajar desde bien pequeño para sacar a su familia adelante, pero la dureza no le hizo olvidarse de su gran pasión, la música. Un camino que empezó con dieciocho años, momento en el que el éxito llegó a su vida y a punto estuvo de arramblar con todo.

   El cantante supo mantener los pies en el suelo pese a su juventud y labrarse una larga carrera que llega hasta nuestros días. Una carrera en la que la gran sacrificada ha sido su familia, sobre todo sus hijos, cuyas ausencias aún le pesan pero que trata de compensar ejerciendo de abuelo.

   A sus cincuenta y seis años vive felizmente junto a Paca Ribes, la mujer de la que lleva veinticinco años enamorado y con la que ha formado su familia, aportando cada uno dos hijos de relaciones anteriores.

   CHANCE: Háblanos de “Nuestra Música”, un proyecto muy especial para ti

FRANCISCO: Sí, es nuestra raíz, nuestros compositores clásicos líricos nos dejaron un legado de grandes obras. Es una especie de tributo a compositores españoles y de hispano américa. Canciones que oímos desde nuestros abuelos y que de alguna forma quiero recuperar para la generación más joven. Que conozcan este género que a veces se ha maltratado, quiero ponerlo en escena con una banda sinfónica valenciana, la artística Manisense. También llevamos una coral de doscientas personas. Es una producción muy grande.

   CH: ¿Por qué has elegido este momento para llevarlo a cabo?

F: Siempre es el momento para hacer cosas. Hacía tiempo que lo llevaba en la cabeza pero necesitaba a alguien que me apoyase en este proyecto tan costoso y de equipo, trabajamos más de doscientas personas. He encontrado a mis socios y hemos apostado por ello. Siempre es el momento de evadirse y de escuchar buena música. No podemos quedarnos en casa esperando que llegue el momento.

   CH: ¿En qué te has basado al elegir las canciones?

F: En lo que me ha ido acompañando a lo largo de mi vida. Me gusta todo tipo de música, la música clásica, el rock, el jazz me gustaría cantarlo todo, menos el flamenco porque no tengo cualidades. Mi faceta como lírico es más conocida en el resto de Europa que en España. Cuando estuve viviendo en Barcelona formándome con Montserrat Caballe después hice una gira con ella de cinco años por Europa. Ahí entendí que lo que más se aplaudía era la zarzuela, eso me dio que pensar, porque parecía que los cantantes que no sirven para la ópera cantan zarzuela porque es el género chico. No es así, el género es muy grande.

   CH: De esta gira saldrá un disco después...

F: Sí, es el primer disco que voy a tener en director, se va a grabar tanto en Valencia como en Madrid el 9 de enero en el Teatro Monumental. Me hace mucha ilusión que vaya a ser un disco de lírica, espero que en marzo ya esté en el mercado. Con la gira estaremos por las principales ciudades españolas, incluida Barcelona que seguirá siendo española, después iremos para Latinoamérica.

CH: ¿Con los años no da más pereza embarcarse en estas giras tan grandes y alejarse de la familia?

F: Tengo más ilusión que nunca. Tengo cuatro nietos y una familia maravillosa que me apoya, pero ellos saben que el gran amor de mi vida es la música. Amo cada día más a mi familia, soy afortunado de tener la familia y los amigos que tengo, pero la música es mi vida.

   CH: Es una profesión en la que siempre se tiende a sacrificar la familia...

F: La familia se sacrifica bastante, es verdad. Voy a confesar algo que es cierto, a mis hijos los he disfrutado poco, cuando me he dado cuenta ya tenían veinte años. Por mis viajes constantes y mis giras los he disfrutado poco, ahora estoy ejerciendo realmente de padre y abuelo y con mis nietos. Soy muy feliz con ello. Sufren mi ausencia pero yo también sufro.

   CH: Con el tiempo, ¿Esas ausencias te pesan?

F: Sí, pero mis hijos nunca me lo han recriminado. A mí me lo ha compensado el público, los aplausos, el disfrutar de algo que me gusta y el sentirme realizado con aquello con lo que soñaba. Son muy pocas las personas que pueden conseguir sus sueños. Creo en el esfuerzo y el trabajo, al final recoges, es una carrera de fondo. Siempre he seguido una línea y nunca me he desbancado por muchas modas que hayan salido.

   CH: ¿Es complicado encontrar a una mujer que se mantenga a tu lado?

F: Sí, es complicado y yo tengo una gran suerte. Mi Paca es única, es mi tercera mujer y última, no me voy a volver a casar, lo juro. Estoy muy feliz, llevamos casi veinticinco años juntos y parece que fue ayer. Es muy importante tener una compañera, Paca es como si fuese mi espejo y me dice las verdades. Aunque yo sé cuándo he cantado bien y cuando no, por mucho que me digan.

CH: ¿Eres muy crítico contigo mismo?

F: Muchísimo, mi mujer me lo dice, que me maltrato (ríe). Me exijo mucho, soy de los artistas que más ensayan. Sé que la perfección no existe pero siempre se puede hacer mejor.

   CH: ¿Cuál es el secreto para que tu relación con Paca perdure?

F: La base de todo sobre todo es el respeto, y que haya amor. La pasión dura un tiempo, después van quedando otras cosas más importantes, el respeto, el cariño, el amor, el compañerismo. Nuestros veinticinco años juntos pueden equivaler a cuatrocientos de otra pareja porque vivimos juntos las veinticuatro horas. Somos muy felices. Mis hijos también se involucran mucho en mis proyectos y están encantados de ver el espectáculo.

   CH: Llevas casi cuarenta años en la música, ¿En qué piensas al echar la vista atrás?

F: Que me queda mucho que hacer. Hay etapas de mi vida en las que tenía que haber aprovechado mucho mejor el tiempo, pero eso ya no tiene solución. Me hubiese gustado estudiar piano o hablar cuatro idiomas como mi hijo mayor. Es una envidia sana. También me habría gustado cantar en francés o en inglés, habría llegado a más mercados. Nunca es tarde. Soy un cocinillas y ahora el dueño de un horno me va a enseñar a hacer repostería.

   CH: ¿Cómo recuerdas tus inicios? Tuviste una infancia muy humilde...

F: Viví una infancia muy dura, con trece años murió mi padre y mis comienzos fueron muy duros. Mi familia tenía que comer y yo trabajaba de albañil, recogiendo tomates y de carpintero. De carpintero solo duré un mes porque veía que a todos les faltaba algún dedo y yo quería tenerlos todos (ríe).

   CH: Cuando a uno le llega el éxito siendo tan joven, ¿Es complicado mantener los pies en el suelo?

F: Sí, tengo que confesar que sí. Cuando gané el festival de la OTI, me compré mi primer Mercedes y las chicas me hacían caso. Antes las sacaba a bailar y todas me decían que no. A esa edad es lógico, tenía veintidós años y todo me llegó de golpe. De pronto todo el mundo te conoce y la semana anterior solo te conocía tu madre, tus hermanos y tus vecinos. Hay que ser muy maduro para no perder los pies del suelo. Una vez pasan esos años te empiezas a plantear lo que de verdad quieres hacer, que la vida no se conforma de coches y de juergas. Llegó un momento en el que decidí coger mis trastos y trasladarme a Barcelona para empezar mi carrera musical.

   CH: Dices que aún te queda mucho por hacer, ¿Qué sueños tienes en mente?

F: Me gustaría hacer un musical, “El fantasma de la Ópera”, es uno de mis sueños por conseguir. Quiero hacer un disco de tangos y uno de mariachis como homenaje al mercado hispano. También quiero hacer un disco de Ópera porque interpreto muy bien a Puccini, mi voz es muy adecuada para él. Todo lo que venga, lo que me van a faltar son años para hacer tantas cosas (ríe).