Por Irene Díaz
Lys Pardo, la hija de Juan Pardo, y su novio, el músico Fernando Calderón, debutan en el panorama musical con un nuevo disco de folk. Ella tiene treinta y tres años, él treinta y cinco, los dos llevan desde que nacieron en le mundo de la música. Se conocieron hace cinco años en un grupo de música, él tocaba la guitarra y ella entró como solista pero pronto decidieron componer sus propios temas. Tras cinco años mimando su estilo la pareja debuta en el panorama musical con "Wagon folk", un disco alegre y positivo cuyo single "La mejor noche de mi vida", ha permanecido tres meses seguidos en la lista de Los 40 principales. Fernando tocaba la guitarra con Tenesse, Lys es hija de Juan Pardo, la música, tal y como nos cuenta, corre por sus venas.
Viven los dos en Madrid, yo tengo treinta y cinco años
-¿Cómo afrontáis vuestro debut musical como "Wagon Folk"?
-Lys: Estamos totalmente alucinados, acabábamos de salir al mercado cuando empezamos la gira y pensábamos que la gente no nos conocería, cuando vimos que cantaban nuestras canciones no nos lo acabábamos de creer. Es un maravilla, estamos todavía embriagados con la aceptación que está teniendo el disco. Estamos disfrutando muchísimo, trabajando duro pero pasándonoslo pipa.
-¿Os ha costado mucho llegar hasta aquí?
-Fernando: No ha sido fácil, empezamos hace cinco años y al principio nos costó bastante pero hay que tener constancia y no desanimarse, en este trabajo tardas mucho en ver los resultados, eso quizá sea lo más duro de la profesión.
-¿Cómo definiríais vuestra música?
-Lys: Es una mezcla, la base es pop pero también tiene algo de rock y folk. Hemos escogido violines, acordeones y demás para no olvidar los orígenes de la música. Yo de pequeña cantaba country con mi hermana y Fernando ha tocado en muchos grupos celtas, hemos mezclado un poco de todo eso y hemos conseguido un equilibrio bastante bueno.
-¿Qué define vuestro primer disco?
-Fernando: Es alegre y positivo, puede gustar a gente muy diferente porque mezcla el rock americano con el folk irlandés y el pop español, es un mix que no deja indiferente.
-¿Cómo os conocisteis?
-Lys: En el grupo anterior con el que tocábamos,
-Fernando: Yo tocaba la guitarra y Lys entró como cantante, con el paso del tiempo decidimos crear nuestros propios temas.
-¿Sois pareja?
-Lys: Pareja musical y de hecho, nos peleamos con las letras, eso es casi como ser un matrimonio.
-Lys, no sueles decir que eres hija de Juan Pardo, ¿crees que te podría perjudicar?
-No, estoy orgullosísima de ser su hija pero cuando trabajas algo tanto prefieres presentarlo sin etiquetas, no importa quienes seamos sino lo que presentamos.
-¿Te pareces a él?
-Mucho, él siempre se ha partido de risa conmigo, soy tan payasa como él pero además los dos tenemos la misma creatividad.
-¿Desde cuando os dedicáis a la música?
-Lys: Desde que nací, llevo toda la vida en la música, siempre he estado rodeada de música, he cantado desde bossa nova hasta gospel.
-Fernando: yo empecé con catorce años a tocar la guitarra y desde entonces no he parado, a esto hay que dedicarle el alma.
-¿Surgen muchos conflictos cuando se pasa tanto tiempo juntos?
-Fernando: No, los dos tenemos una mentalidad muy tranquila, las giras generan mucha tensión pero desdramatizamos todo lo que podemos.
-Lys: Esto hay que disfrutarlo, lo tenemos muy claro los dos y eso hace que no haya problemas entre nosotros.
-¿Con qué disfrutáis más?
-Fernando: Cada momento tiene su aquel, lo más arduo es componer, es un trabajo del día a día y requiere mucha mentalización, no da resultados inmediatos.
-¿Quién os a dado el mejor consejo para afrontar esta aventura?
-Lys: A mi mi padre, él me dijo hagas lo que hagas lucha por lo que creas y compón tus temas, nadie va a contar las cosas como tu las cuentas, si realmente quieres ser un artista sigue tu instinto. Por eso hemos tardado cinco años en sacar nuestro primer disco, porque queríamos que fuese realmente nuestro
-Fernando: A mi fue un amigo el que me dijo "ten paciencia, siéntate a pensar en los momentos débiles y preparate para esperar", tenía más razón que un santo.
