Ava Gardner, una vida de película

Ava Gardner
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Actualizado: viernes, 14 julio 2017 15:34

   MADRID, 14 Jul. (CHANCE) -

La lista bibliográfica alrededor de Ava Gardner es incontable. El magnetismo del animal más bello del mundo se mantiene 27 años después de su muerte, tal y como demuestra el interés suscitado por el lanzamiento de Ava, a Life in Movies, libro en el que Kendra Bean y Anthony Uzarowski arrojan nuevos datos sobre su vida personal, sobre todo los relacionados con su tumultuosa relación con Frank Sinatra.

Según los autores, la leyenda cinematográfica se quedó embarazada en dos ocasiones durante los seis años que duró aquella unión y en ambos casos decidió irrumpir la gestación de manera voluntaria.

Ava se quedó en cinta durante el viaje que el matrimonio realizó a Nairobi para el rodaje de Mogambo, papel por el que fue nominada al Oscar. Según el libro, la actriz, que en esos momentos tenía 31 años, decidió someterse a una interrupción voluntaria del embarazo sin decírselo a su pareja antes de que este regresara a Estados Unidos.

Gardner deseaba crear una familia, pero no si no podía proporcionar a sus hijos la estabilidad en la que ella que había crecido. Poco después, la triste experiencia volvió a repetirse, pero en aquella ocasión, Sinatra se encontraba junto al mito de California cuando esta despertó con lágrimas en sus ojos.

La biografía confirma varias relaciones extramatrimoniales por parte de ambos antes de su divorcio en el año 57. Conocido es el breve affaire que vivió la intérprete con Fred MacMurray al que conoció durante el rodaje de Singapur en el año 1947. Su ama de llaves, Rene Jordan, confirmó a los autores la negativa de Ava a seguir la relación con un hombre cuya esposa estaba gravemente enferma. Lillian Lamont, la esposa traicionada, falleció en 1953 a la edad de 45 años.

Otros hombres pasaron por su vida hasta su muerte en enero de 1990 en Londres debido a una neumonía, pero Sinatra fue el gran amor de su vida. Ella siguió escuchando los discos de La Voz en su retiro y mantuvieron el contacto telefónico.

En 1988, Ava sufrió una apoplejía que le dejó con medio cuerpo paralizado y fue Frank el encargado de costear el viaje y el tratamiento en Estados Unidos, y su regreso a Inglaterra. Un amor reñido, apasionado e incompatible, que se transformó en una profunda amistad y que todavía hace corres ríos de tinta.