MADRID, 15 Mar. (CHANCE) -
Carolina Cerezuela ha amadrinado la presentación de la nueva línea infantil de Polaroid, las gafas de sol para proteger la vista de los más pequeños de la casa.
Como madre de tres hijos, Carla, Carlos y Daniela, la actriz se preocupa mucho en el cuidado de los niños, a los que se dedica al cien por cien, dejando aparcado desde un principio su ámbito profesional, ya que, Carolina quiere estar presente en el desarrollo de sus hijos.
Casada con Carlos Moyá, Carolina se siente feliz de haber formado junto a él una familia numerosa, algo que ambos quisieron desde un principio, y no descartan ir a por un cuarto niño. Eso sí, la actriz echa de menos su profesión y tiene claro que, después del verano, cuando sus tres niños vayan al cole, intentará retomar sus proyectos profesionales.
CHANCE: ¿Cuidas mucho la protección de tus niños?
CAROLINA CEREZUELA: Sí. Creo que este momento de concienciación en la parte infantil tenía que llegar, porque vamos a la playa y nos preocupamos de ponerle el gorrito y que no se queme. Pero ¿Qué pasa con los ojos? Nosotros sí nos protegemos y vamos con nuestras gafas de sol a todas partes y a los niños, en ese sentido, no les hacemos ni caso. Es una parte que descuidamos mucho pero es una parte importante. Una no protección ocular tiene sus consecuencias el día de mañana.
CH: ¿Tú eres una madre muy protectora?
C.C: Muy protectora no pero con mis hijos intento no comprar bollería industrial y todas estas cosas. El sándwich de chocolate se lo comen pero intento que coman sano. Hay que cuidarse. A mí me lo daban, pero el conocimiento que tenemos sobre estos cuidados de ahora no son los de hace 35 años. 35 años tengo ya (ríe).
CH: ¿A tu hija la mayor le divierte eso de ponerse gafas, es coqueta?
C.C: Mucho. Está en ese momento femenino de ver un vestido y decirme que le haga uno igual. Se pone mis camisetas, se disfraza para jugar a las mamás, se pone collares. Cuando llega el buen tiempo, ella quiere sus gafas de sol.
CH: ¿Ella ejerce de mamá con sus hermanos?
C.C: Muchísimo. Es una niña de cuatro años así que su top ahora mismo es jugar a las mamás. Va con el cochecito y le da de comer a su bebé, porque tiene un bebé de verdad en casa (ríe). Daniela ya gatea y la mayor la quiere coger en brazos, ponerle el chupete y quiere darle la papilla. También es muy cuidadora con Carlos.
CH: ¿Te apañas bien con los tres?
C.C: Sí. Tampoco voy a ir de superheroína. Hay momentos importantes, los momentos del día que son baños y pijamas. Como alguno se te ponga más rebelde y grita, contagia al otro y acaban llorando. Hay momentos muy cansados.
CH: ¿Hay momentos en los que cerrarías la puerta para estar tranquila?
C.C: A veces llegan esos momentos pero pienso en coger aire y sé que están agotados, porque hemos llegado más tarde a casa o es fin de semana y sé que en una hora se acaba.
CH: ¿Carlos te ayuda mucho con los niños?
C.C: Sí. Hacemos una hilera. Son tres, así que cojo el jabón y baño a uno, lo saco y se lo doy a Carlos para que lo vaya vistiendo, y así con los siguientes (ríe). Hacemos baños en serie. Es verdad que en los momentos que estoy yo con los niños, Carla me ayuda mucho. Con cuatro años ya es otro nivel y puede ayudar mucho. Además, ya se viste sola.
CH: ¿Cuántos niños más vais a tener?
C.C: Ahora que Daniela ha hecho once meses, veo que se me ha pasado volando y que va a cumplir ya un año. En un año me encuentro con un niño de dos años, que ya es otra historia. Así que ya me empiezo a plantear si voy a tener otro bebé.
CH: O sea que vas a querer quedarte embarazada de nuevo...
C.C: No lo sé. Este verano seguro que no.
CH: Siempre has querido tener familia numerosa...
C.C: Yo sólo tengo una hermana. Somos una familia pequeña y por eso me encanta haber hecho una familia numerosa.
CH: ¿A Carlos también le gusta?
C.C: Carlos es muy niñero. Queríamos tres y tenemos tres. Es verdad que cuando la peque crezca un poquito más, también se abre un mundo de cosas que hacer con ellos porque ya serán más mayores y será mucho más fácil viajar con ellos, hacer planes, y tener conversaciones. Igual decido no tener más y volverme a centrar en mi trabajo y dedicarle más tiempo. O no lo sé, igual dentro de un año pienso lo contrario.
CH: Ahora tu trabajo con actriz lo has abandonado...
C.C: Como actriz sí, lo he aparcado. He aprovechado para hacer cosas que antes me gustaban mucho y no tenía tiempo. Ahora que tengo ese tiempo y creo que la vida te pone las cosas en los momentos apropiados, estoy con un proyecto muy bonito que tiene que ver con una ONG y con la música. Hasta aquí puedo contar. Estamos preparándolo.
CH: Eres muy feliz con tus niños pero has sacrificado tu carrera, ¿Crees que en España aún no somos capaces de poder ser madre y seguir trabajando y tenemos que sacrificar algo, sobre todo las mujeres?
C.C: Depende de la profesión que tengas. De hecho hay muchas actrices que compaginan sus embarazos y su vida como mamá con su vida profesional. Yo venía de estar en un bucle de estar trabajando con unos horarios maratonianos que eran imposibles de seguir, entonces yo necesitaba y quería pararlo porque quería construir mi familia y no quiero llegar un día a casa y que me cuenten que mi niña gatea, sino que quiero estar para verlo. Para mí el mayor privilegio es ir a buscar cada día a mis hijos al cole.
CH: ¿Qué consejos te da tu madre? Ella se sentía muy orgullosa de verte como actriz e igual piensa que te estás sacrificando...
C.C: Es que yo no pienso que esto sea un sacrificio. Me parece una suerte. Incluso cuando a veces me llaman para trabajos que finalmente digo que no por algún motivo, pienso que qué bien que la gente me siga reclamando para determinadas firmas o eventos pero que bien el poder decir que no y quedarme con mis niños. Ahora había un viaje planeado para una ciudad muy bonita de Estados Unidos que me encanta y he dicho que no porque no estoy en el momento de dejar a los niños.
CH: Cuando vuelvas al trabajo, ¿Con qué lo harías?
C.C: Empezaría con algo de televisión. Porque la tele se amolda más a los horarios. Es que una serie es irte de pronto de seis y media a siete de la tarde y luego ponerte a estudiar. Entonces de estar con ellos cien por cien a irme sería duro. Hoy les he dicho que no iba a estar y me han preguntado que a donde voy.
CH: Que madraza eres...
C.C: No. Creo que de los mayores hay que aprender y todas las abuelillas dicen: "Ay, si yo pudiera tirar a atrás". Hay gente más joven que te dice que sus hijos ya tienen 15 años y no se han enterado. Lo que yo no quiero es decidir ser madre y perderme la infancia de mis hijos por seguir trabajando y estar con mi trabajo y pensar que no he estado con ellos.
CH: También tienes la suerte que os lo podéis permitir porque con tres niños tendréis muchos gastos...
C.C: Claro. Tenemos gastos. Hay que saber mirar tres pasos por delante. Si la vida me está brindando esta oportunidad es que sería de tontos no aprovecharla. Si puedo dedicarme a mis hijos, que para mí es un placer y una maravilla y puedo quitarme el mono con proyectos bonitos y ser imagen para firmas como Polaroid, que no son trabajos desagradables, pues mejor. Si puedes hacer proyectos bonitos y dedicarte a tus hijos, no hay nada mejor. Tengo que ser consciente del momento en el que estoy, disfrutarlo al máximo y cuando cambie de etapa, que me llegará, pues me meteré en mi trabajo.
CH: ¿Te has marcado un plazo para ello?
C.C: No me he marcado un plazo pero el plazo se acerca porque Daniela tiene once meses. Después del verano me quedaré sin niños en casa. El año que viene veré que mis niños están en el cole y no me van a echar en falta. Creo que antes de tener el cuarto niño tantearé un poco el volver a trabajar. La fecha se acerca.
