Ethel, la hija de Lily Allen, estuvo a punto de morir por sufrir laringomalacia

Ethel, hija Lily Allen, a punto de morir por sufrir laringomalacia
Foto: GETTY
Actualizado: miércoles, 9 julio 2014 13:43

MADRID, 9 Jul. (CHANCE) -

   Una de las hijas de la cantante británica Lily Allen estuvo a punto de morir. Ethel de 2 añitos de edad y la mayor de las dos niñas que tiene Allen, estuvo al borde de fallecer como consecuencia de una inmadurez congénita, la laringomalacia, tal y como publica la revista InTouch.

   Dicha anomalía afecta a la laringe impidiendo que Ethel comiese de una manera correcta teniendo como consecuencia que la pequeña perdiera peso y apenas ganase los kilos necesarios para tener un aspecto saludable. Además, esta anomalía impedía que la pequeña pudiera respirar correctamente, empeorando aún más su estado de salud y que estuviera al borde de la muerte.

   "Ethel tenía muchas dificultades para respirar, además de que no estaba ganando peso en absoluto pues toda la comida que estaba tomando, la estaba gastando en la energía necesaria para este proceso de respiración", confesaba para un programa de BBC Radio 4.

   "Estaba tan asustada de perderla todo el tiempo que acabé poniéndome en modo de no oír nada cuando las cosas iban mal", añadía la cantante británica. "Todo lo que quería hacer era darle de mamar y sentarme en una silla con ella y pasar toda la noche mirando a mi bebé", aseguraba la británica, confesando que ha sido un momento difícil para ella por no haber hecho las cosas que hace una mamá normal cuando da a luz.

   Por suerte y por fortuna, Ethel tuvo que estar intubada durante varios meses para que pudiera alimentarse bien. No es la primera vez que Lily Allen pasa por un aspecto traumático en la maternidad. En el año 2010, cuando sufría un aborto, informa InTouch. En lo que respecta a la laringomalacia de Ethel, esta anomalía congénita tiene solución espontánea en el 90% de los casos o una solución quirúrgica como último recurso. Por desgracia, Ethel tuvo que pasar por quirófano: "Los doctores dijeron que tenía que operarse para corregirlo y luego eso no funcionó, así que hubo que operarla de nuevo", afirma la valiente mamá.

   Con otra hija de un año, Marnie y un marido muy atento, Sam Cooper, la cantante ha superado este momento traumático y está muy feliz de haber tenido a este hombre en su vida: "Sam fue increíble, él iba y descongelaba la leche e intentaba darle de comer toda la noche. No sé que hubiera sido de mí sin él", recoge InTouch.