NUEVA YORK, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La familia Douglas- Zeta Jones sigue con sus vidas pese a las malas pasadas que últimamente les ha jugado la vida. Tras el cáncer de garganta que ya ha superado el actor, hace una semana se supo que Catherine había estado ingresada por un trastorno bipolar en un hospital mental.
Ahora parece que la normalidad vuelve a sus vidas y mientras Catherine ha vuelto al trabajo, Michael ha salido a cenar con su hija pequeña, Carys, de ocho años. El dúo familiar decidió salir para celebrar que por fin las cosas empiezan a marchar con normalidad.
Mientras Catehrine se encuentra rodando su nueva película en Lousiana, el padre y la hija salieron a cenar al restaurante Pappardella, en el Upper West Side neoyorquino. Según cuentan varios testigos que se encontraban cenando en el mismo restaurante a 'People', " se le veía con muy buen aspecto y muy sano".
"Michael parecía encantado con su hija. Cuando ella se levantó para ir al baño, Douglas empezó a ser saludado por muchos de los comensales, y se mostró muy paciente y complaciente con ellos", comentó una fuente a 'People'.
Sin duda la vuelta a la normalidad de la familia será una gran alegría para Catherine que hace unas semanas tuvo que ser ingresada en un hospital mental para tratar un "trastrono bipolar tipo II", que la propia actriz reconoció.
"Esta es una enfermedad que afecta a millones de personas, y yo soy una de ellas" reveló la protagonista de 'El Zorro' en una entrevista a 'People'. Catherine habló además de lo importante que es pedir ayuda a tiempo: "Si haber dicho que sufro esta enfermedad ha servido para que otras personas busquen ayuda, entonces ha valido la pena".
La pareja de actores ha demostrado durante los años que la unión hace la fuerza y juntos han superado ya varios baches, como hace un año, cuando Cameron Douglas (el hijo mayor del protagonista de 'Instinto Básico') fue condenado a cinco años de cárcel por narcotráfico. Golpes de la vida que ambos siempre enfrentan de cara y juntos.
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