Los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena presiden el funeral en Santiago por las víctimas del accidente ferroviario

Los príncipes de Asturias y la Infanta Elena presiden el funeral en Santiago
XOAN CRESPO EP
Actualizado: martes, 30 julio 2013 10:30


MADRID, 30 Jul. (CHANCE) -

Los príncipes de Asturias y la Infanta Elena han presidido, en la Catedral de Santiago de Compostela el funeral en memoria de las víctimas del trágico accidente ferroviario del pasado día 24 de julio en Angrois, apenas a unos kilómetros de la capital gallega.

De luto riguroso, los miembros de la Familia Real fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa Elvira Fernández, y por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Don Felipe y doña Letizia, al igual que los Reyes, ya estuvieron en la capital para visitar a los heridos la pasada semana.

Así mismo, acudieron una decena de presidentes autonómicos y de numerosas autoridades institucionales de todo el Estado, así como ministros del Gobierno central y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros.

Embajadores y cónsules de países como Francia y la República Dominicana estuvieron entre los asistentes, en representación de las víctimas de esos países que también perdieron la vida en el accidente. Bomberos, policía, miembros de los servicios de rescate que participaron en las labores de rescate de víctimas y heridos también estuvieron presentes.

El funeral que se prolongó durante una hora, fue oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, junto a los obispos de otras catedrales gallegas. Fue un funeral oficial, no de estado, en la que estuvo más presente que nunca el recuerdo de los 79 fallecidos y de más de un centenar de heridos, muchos de los cuales permanecen aún ingresados en el hospital.

La Catedral compostelana se quedó pequeña para albergar a todos los que quisieron rendir homenaje a los fallecidos en la tragedia ferroviaria. Y es que hubo centenares de personas que no han podido entrar en el templo y en torno a 2.000 personas han seguido la eucaristía desde una pantalla que fue instalada en la Plaza de la Quintana.

Una vez concluida la eucaristía y salieron los asistentes, las personas que habían seguido el oficio religioso desde fuera, pudieron acceder a la comunión por las puertas de Azabacherías y Platerías.

Y es que la semana que debería haber sido una celebración con conciertos y otros actos culturales han sido sustituidos por un funeral y lazos negros en señal de duelo que colgaban estos días de los escenarios vacíos. A las puertas de la catedral, junto a flores y velas en homenaje a las víctimas mortales, algunas personas dejaron sus bastones de peregrinos y otros sus conchas, el símbolo del apóstol Santiago.