MADRID, 17 Sep. (CHANCE) -
Raquel Mosquera ha decidido romper su silencio quince años después de la muerte de Pedro Carrasco. La peluquera ha querido abrir la caja de los truenos para desvelar todo lo que sucedió después de la muerte de su marido y padre de Rocío Carrasco.
Y es que desde que Rocío se diese el 'sí quiero' con Fidel Albiac el pasado 7 de septiembre, su mala relación con la familia se ha convertido en la protagonista. A sus desplantes con su hermana Gloria Camila, se suma el testimonio de Raquel Mosquera, la que fue esposa de su padre.
Raquel ha guardado durante todos estos años silencio ante las preguntas relacionadas con la hija de su difunto marido. Por "respeto a Pedro" afirmaba en todas las entrevistas que se le preguntaba por el tema, un mutismo que se terminó ayer en Sálvame Deluxe.
LA HERENCIA DE PEDRO CARRASCO
Pedro Carrasco falleció de manera inesperada el 27 de enero de 2001 en Madrid. El boxeador perdía la vida a los 57 años debido a una parada cardiorrespiratioria. Su viuda y su hija lloraron juntas en el entierro pero pronto llegaron los problemas.
Al no haber un reparto hecho en el testamento, había que llegar a un acuerdo entre todas las partes. "Rocío ni me llamó para el testamento ni para saber cómo estaba. Me convencieron directamente para que firmara lo que se firmó. El que hizo el reparto era amigo de Rocío Jurado, por lo que tiró por la hija y no por mi", explica Raquel y añade: "Rocío en el reparto me pidió un Rolex y una escultura y se lo llevé. En el reparto yo no fui con un abogado, Rocío sí. Salí muy mal parada de la herencia y es algo que siempre se ha dicho, lo que pasa es que aunque algunos lo piensen no lo dirán por intereses".
Mosquera también quiso recalcar que con el paso de los años Rocío Carrasco nunca le pidió una fotografía o algún recuerdo sentimental de su padre: "Rocío Carrasco me pidió un Rolex de su padre, pero ni una foto".
LA ÚLTIMA CONVERSACIÓN DE PEDRO CARRASCO CON SU HIJA ROCÍO
La frialdad a la que se refiere Raquel Mosquera podría venir de los últimos días que compartió Rocío con su padre. Según la peluquera, en el momento de la muerte de Pedro no se hablaban: "Pedro y Rocío estaban enfadados cuando él murió, llevaban tiempo sin hablarse y Pedro lo llevaba muy mal, había sufrido mucho. Yo no podía ver a mi marido sufrir como sufría. Había un distanciamiento y no había conversación".
Un enfado que no se solucionó cuando se vieron la noche de Reyes: "Él estaba enfadado con Rocío por cosas que no estaba de acuerdo, lo veía muy preocupado, mal, cabizbajo porque lo que más quería en su vida era a su hija y a mí, pero sabía que tenía razón y que tenía que ir a ver a Rociíto sabiendo que tenía al lado a una persona por la que Rocío tiraba más. Discutían por Fidel, entre otras cosas", explicaba a los colaboradores mientras añadía: "Rocío y Pedro tuvieron una conversación privada que jamás se podrá saber porque irá a la tumba, pero llegó pedro y la cogió del brazo y le dijo que se fueran. Esa noche fue la última que Rocío vio a su padre". Una revelación que seguro no habrá sentado nada bien a la otra protagonista, sobre todo después del mensaje final de Raquel Mosquera: "Le diría que recapacitase, que lo más importante en su vida son sus hijos, que los ha parido y los ha tenido dentro".
