MADRID, 14 Oct. (CHANCE) -
Un centro histórico Patrimonio de la Humanidad, una oferta cultural y gastronómica del más alto nivel y conexiones directas desde varias ciudades españolas convierten a Cracovia en un destino muy tentador para hacer una escapada de un par de días al centro de Europa y más ahora que faltan pocas semanas para que el ambiente navideño impregne la ciudad.
Lo que te proponemos en esta ocasión es un viaje como un auténtico VIP, como lo harían Georgina y Ronaldo o cualquiera del clan Kardashian; una escapada que no escatima detalles de auténtico lujo.
En cuanto llegues a la ciudad comprobarás que la que fuera capital de Polonia durante varios siglos es una urbe tranquila, de grandes avenidas, muy limpia y cuidada y con música en directo en muchos de sus rincones.
El castillo de Wawel domina toda la ciudad y, pese a que muchos de los edificios que componían el conjunto han sido destruidos, conserva un esplendor emblema de toda la ciudad. Dentro de todo el recinto está la Catedral, símbolo espiritual de todo el país, o el Palacio Real, la primera residencia de los reyes de Polonia y que se construyó en el siglo XI, además del museo Catedralicio o la Cueva del Dragón.

El castillo recibe miles de visitas cada año así que, si puedes, te recomendamos una alternativa, contratar una visita privada nocturna, en la que podrás alejarte de aglomeraciones y ver muchas de las estancias en solitario. Descubrirás los apartamentos Reales, con techos y pinturas renacentistas; te sentirás como un cortesano más en el salón de baile y visitarás el Tesoro de la Corona y la Armería, llenos de joyas, objetos de oro y plata y de armas, entre ellas, las espadas de coronación de los reyes polacos.

La propuesta de alojamiento para esta 'luxury' escapada podría pasar por el Stradom House, Autograph Collection, propiedad de la cadena Marriott y que encarna, en lo que a hoteles se refiere, ese concepto que últimamente no paramos de oír, el del lujo silencioso.
El edificio fue en su origen una iglesia y un monasterio y, después, fue utilizado como hospital durante la Primera Guerra Mundial. Actualmente tiene varios restaurantes, un club privado y un spa en el que te puedes relajar con un baño de sal de la zona.
(Fuente: Stradom house. Autograph Collection)
Cuenta con una decoración atemporal, que cuida la estética y, a la vez, la historia. Rezuma elegancia y ese 'savoir faire' discreto tanto en la decoración como en el servicio o en la oferta gastronómica de sus restaurantes. Un par de noches en el hotel te harán sentir como un auténtico VIP.
EL TRANSPORTE, COMO EN PRIMERA CLASE DE UN AVIÓN
Un viaje de este nivel requiere un transporte a la altura y lo que te proponemos es hacerlo a bordo del nuevo Lexus LM (Luxury Mover). Se trata de una 'minivan' híbrida para el transporte de lujo de pasajeros, a medio camino entre una berlina y una limusina. Cuando ocupes uno de sus asientos centrales pensarás que estás viajando en primera clase de un avión.

Pocos detalles faltan a este coche que está, ante todo, pensado para la comodidad de los pasajeros. Desde los dos asientos de la parte posterior, calefactables y con funciones de masaje, hasta su pantalla de 48 pulgadas, nevera, control a través del smartphone de temperatura o luces o una mampara que separa la parte del conductor y el copiloto de la de los pasajeros si lo que quieres es privacidad.
DEJA HUECO PARA EL POSTRE
Cuando se acerque la hora de comer, el Lexus LM podría hacer una parada cerca de la emblemática Plaza del Mercado, la plaza medieval más grande de Europa y desde allí, ir al restaurante Szara Ges.
Cuenta con varios comedores de decoración ecléctica y dentro de ellos destaca uno abovedado, de estilo gótico. Son el marco ideal para probar platos como su tartar de ternera, la lubina con caviar o el foie con manzana. Deja hueco para el postre, concretamente para su 'Grey goose' porque su sabor te sorprenderá tanto como su presentación.
(Fuente: Szara Ges)
POR TRANQUILAS CARRETERAS
Tras la comida, es hora de perderse en las serpenteantes carreteras polacas y, atravesando suaves paisajes, llegar al castillo de Pieskowa Skala y al peculiar monolito rocoso cercano, conocido como 'El garrote de Hércules'.
Con un origen gótico, el castillo fue construido en el siglo XIV por el rey Casimiro el Grande, en un emplazamiento de enorme importancia, en la carretera que unía dos ciudades tan importantes para las rutas comerciales de todo el continente como París y Kiev.

El camino a Pieskowa Skala es una sucesión de pueblecitos, granjas, campos de cultivo y bosques y si queremos descubrir un lugar realmente instagrameable, ese es la Capilla sobre el agua, en Ojcow, ubicada en el lugar en el que se ubicaban unos antiguos baños termales.
Dice la tradición local que el zar Nicolás II prohibió la construcción de edificios religiosos en el pueblo, por lo que los lugareños esquivaron la norma levantando esta pequeña iglesia sobre pilares de hormigón sobre el arroyo.

Para concluir este viaje de lujo a Cracovia, te recomendamos que hagas una parada en el Castillo de Zinar, ubicado en el corazón del bosque Woski y con terrazas con unas vistas inmejorables hacia el río Vístula.
En su interior, varios espacios para un viaje de ensueño, su hotel de cinco estrellas, su restaurante U Ziyada y la torre, la joya de la corona de todo el espacio, con una atmósfera que evoca el periodo de entreguerras y marco ideal para celebraciones.