¿Es la moda un pecado?

Déjate seducir por la moda.
Mango y EP.
Actualizado: jueves, 13 agosto 2009 13:30

Por Gloria Vázquez Sacristán

La moda es algo que se antoja caprichoso y pecaminoso, porque todo en ella nos incita a ser víctimas de los 7 pecados capitales. Quizá os preguntéis cómo es posible caer en tales tentaciones castigadas con el infierno con algo tan simple como unos zapatos, pues es posible. Os revelaré algunas de las conclusiones de mis años de experiencia como compradora compulsiva, coleccionista de tickets y amante de los must de cada temporada.

Empecemos. Sé que después de esto ya nada será igual ante el espejo.

1º Lujuria

Todas sabemos que para despertar la pasión de un hombre no hay nada como subirse a unos buenos tacones de aguja. Desde esa perspectiva nos sentimos no sólo más mujeres sino más sexys y poderosas. Combinar este amuleto del erotismo con una lencería prometedora es la clave para una autoestima en alza. Nunca subestiméis a una mujer en tacones y mucho menos si está vestida para triunfar. Nunca olvidéis que el negro posee ese especial magnetismo que hace que nuestras figuras se estilicen mientras insinuamos todas nuestras armas de mujer. ¿Aún pensabais que la moda no es una incitación a la lujuria y a la pasión más desenfrenada?Si tenéis dudas os recomiendo un paseo por Vanity Fair y adquirir cualquier conjunto de su nueva colección, podréis experimentar los efectos de la lujuria desde el primer instante.

2º Gula

Las mujeres vivimos sometidas a la eterna presión del peso. Sentir cómo la báscula nos amenaza cada vez que entramos al baño es algo que muy pocas pueden soportar y prefieren eliminarlo de su decoración. Pero entonces llegamos a la farmacia y vemos cómo ese enorme instrumento de tortura nos mira amenazante mientras esperamos a ser atendidas. Si hemos conseguido sortear ese obstáculo nos hundiremos cuando en el momento del café nuestras compañeras de trabajo aborden el tema y si hemos prohibido mencionarlo la conversación te llegará desde el fondo de la cafetería. Por esa razón cuando los disgustos nos asedian, cuando llegan esos días del mes en que tenemos que sentirnos orgullosas de ser mujeres o cuando el desamor entra por nuestras ventanas asaltamos la nevera en busca de aquello que gane la batalla de las calorías.

Estos esporádicos episodios de ansiedad repercuten directamente en nuestros vaqueros favoritos. La gula, sin lugar a dudas es la peor cara de la moda, ya que nos hace vivir durante una semana escondidas entre vestiditos sueltos y faldas anchas. Sinceramente, un auténtico terror.

3º Avaricia

¿Quién no ha tenido esa sensación irrefrenable cuándo llegan las rebajas?Querer comprarse todo, quemar la tarjeta de crédito hasta el último céntimo. Meternos en el probador a escondidas con cien mil cosas y saber que nos queremos llevar todo aunque no deberíamos. Las ansias de comprar cuando llegan las prendas de nueva temporada buscándonos escusas tan banales como ¿y si se quedan sin mi talla?. Las mujeres poseemos ese fantástico don de hacer varias cosas a la vez y ese terrible defecto de poder inventarnos millones de excusas con tal de evadir la culpa. Por no hablar del sufrimiento que supone entrar en Hazel y no poder llevarte todo lo que hay.

4º Pereza

Este pecado es uno de los peores ya que cuando estamos vagas no sólo no nos conjuntamos bien sino que nuestro maquillaje también da pruebas del atentado estético que estamos cometiendo. Por ello desde aquí hago un llamamiento a todas aquellas que se levantan con el tiempo justo para ir al trabajo, elegid la ropa por la noche si no queréis que la gente se os quede mirando en el autobús y no precisamente por lo guapas que sois, que también, sino por el arcoiris andante en que os habéis convertido. Otro consejo llevad siempre en el bolso un pequeño kit de maquillaje de emergencia para estos días. Acercaros hoy mismo a Sephora y rellenad vuestro bolso con todo lo necesario.

5º Ira

Hay un momento único y memorable en el que desplegamos todas nuestras artimañas cuando otra mujer coge la pareja de ese zapato tan ideal de Mango que tenemos en la mano. Tenemos dos opciones: ser diplomáticas y con cordialidad explicarle que tú lo viste primero y la más común que es lanzar una mirada asesina, pronunciar interiormente todos los insultos que conoces y marcharte con el zapato en la mano para que no se pueda llevar el par y lo abandone.

Otro episodio de ira más agudo es cuando descubrimos que hemos engordado y no entramos en la talla que nos corresponde. En ese momento todo lo que se encuentre en nuestro entorno corre serio peligro, por no hablar de la manera en que le tiramos la ropa a la pobre dependienta al salir del probador. Hemos de controlar esos episodios ya que podemos cometer varios atentados contra nuestra integridad física como agarrar el michelín de manera brusca estirándolo cual chicle.

6º Envidia

Pecamos a diario y repetidas veces. Envidiamos a todas horas en el metro, en el bar, cuando vamos paseando por la calle, a nuestra vecina, a Giselle Bundchen, a la dependienta de la tienda e incluso hasta a nuestra suegra que para más inri se puede permitir el lujo de comprar en todas aquellas tiendas a las que nosotras sólo podemos acercarnos en 100 kilómetros a la redonda por miedo a que robemos todos sus diseños.

¿Qué hacer para frenar esta tiña popular?Cómo los científicos se están dedicando a otras lindes no se ha inventado aún ninguna cura. Mi consejo: mirarse repetidamente en el espejo y decirse una misma "soy la más guapa, delgada, estilosa, glamurosa y rica de todo el universo" (a veces los sueños se hacen realidad).

7º Soberbia

Hemos de advertir que hacer de malvada de Blancanieves delante del espejo no es soberbia, es subsistencia. Por ello, aclarando términos, la soberbia es aquello que nos hace ser altivas, arrogantes y vanidosas, es decir ser demasiado presuntuosas y encima no tener los elementos para serlo. Véase deportivo en nuestro garaje, mansión en una isla exclusiva, yate decorado por Roberto Cavalli y un discreto jet esperándonos para llevarnos de tiendas a cualquier ciudad del mundo.

Qué más puedo decir. La moda no es un pecado es los siete juntos.

¿Cuál es la penitencia?¡Intentad no ir de compras los domingos!