Familia Grimaldi; Bigotes y elegancia el Día Nacional de Mónaco

Familia Real de Mónaco
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GETTY IMAGES / PASCAL LE SEGRETAIN
Actualizado: domingo, 19 noviembre 2017 17:51

   MADRID, 19 Nov. (CHANCE) -

   Un año más los Grimaldi celebran el Día Nacional de Mónaco. Como cada 19 de noviembre, la Familia Real de Mónaco se ha unido al pueblo para celebrar este gran día.

   A primera hora de la mañana el Príncipe Alberto pasaba revista al ejército junto a su esposa, Charlene, que lucía un abrigo azulón de terciopelo tan elegante como siempre, y sus hermanas las princesas Carolina y Estefanía de Mónaco.

   Este momento tenía lugar bajo la mirada de los hijos de la Princesa Carolina: Pierre Casiraghi y su mujer Beatrice Borromeo, Andrea Casiraghi y su mujer Tatiana Santo Domingo, y Carlota de Mónaco, que volvió a mostrar sy faceta más tierna junto a su hijo Raphaël Elmaleh.

   Y también estaba, junto a sus primos, el único hijo de la Princesa Estefanía que acudía este año, Louis Ducruet, aunque su hermana Pauline Ducruet apareció más tarde en el balcón junto a él y su madre, con un precioso vestido verde que hacía destacar sus ojos.

   Este día es muy importante para la Familia Real de Mónaco, celebraron una misa para conmemorar esta jornada en la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada, y al terminar la misa se dirigieron a la Plaza de Palacio para presenciar el desfile militar.

   Tanto el Príncipe Alberto como sus sobrinos Pierre y Andrea Casiraghi y Louis Ducruet mostraron un bigote que podría confirmar la idea de que se han sumado al movembrer. Mientras los hombres mostraron barba o bigote, las mujeres Grimaldi volvieron a ser ejemplo de elegancia con sus abrigos y sus vestidos, este año apostaron por colores más invernales aunque con alguna excepción como Charlene que llevaba un llamativo abrigo o Tatiana Santo Domingo con un precioso abrigo rojo.

   Aunque la familia Grimaldi estaba casi al completo, todas las miradas fueron para los mellizos Jacques y Gabrielle, hijos del Príncipe Aberto de Mónaco y Charlene, con quienes se mostraron muy atentos y cariñosos, una faceta del Príncipe Alberto que no se suele ver a diario.