MADRID, 11 Mar. (CHANCE) -
Este 11 de marzo y acaba de llegar a mi, a nuestra vida una nueva situación, laboral, personal y profesional debido al COVID-19... y aunque parezca que este artículo no es tan serio como con los que os hemos ido informando, es de lo más serio aunque con una chispa de humor por la situación tan delicada que estamos viviendo y ante la que vamos a experiemntar.
A día de hoy el coronavirus está más por mi whatssap que por toda España. Creo que el coronavirus ha superado el 'gracias' o el 'el mío no (lo tiene)' del chat de padres...
Hace escasas 36 horas nos avisaban del cierre de los centros educativos de 0 en adelante del miércoles 11 de marzo hasta el 23 de marzo y luego hasta el 26 de marzo, por lo de estar unos 15 días conteniendo el virus que no sabemos ni por dónde nos viene... No me extraña que nuestros compañeros de Culturaocio hayan sacado las soprendentes similitudes de esta enfermedad con la serie de The Walking Dead.
Se nos da esas 36 horas aprox... no porque el virus vaya a llegar el miércoles 11, sino por lo que supone la logística familiar y de conciliación... aunque ya este martes las calles comenzaban a estar más vacías a primera mañana y dejabas de ver tantos coches en dirección a los coles y de encontrarte si ibas por la calle, a la gente 'de siempre'.
La ’cuarentena’ había comenzado, pero había comenzado dirección al súper... allí no había coronavirus porque se han producido colas de una hora y media para pagar en caja y sin guardar el metro y medio de distancia... ¡Ay, cómo está el Lidl nuevo! Si nos abren un Primark, nos pedimos hasta día de asuntos propios. En estos sitios no hay miedo al virus y si lo hay, pues te coges una bolsa y te lo pones a modo de pañuelo o unos guantes de la fruta, como hemos visto en muchos vídeos durante estos días, y ya está. Y si no, te coges el spray y apuntas al de enfrente. Como ese andaluz que va a un store chino y le pide al dependiente que le indique donde puede encontrar una botella de aguarrás. El dependiente le indica a tres metros de distancia, y cuando ve que se le acerca no duda en dispararle con un spray cargado de desinfectante en un par de ocasiones... ¿No te ha llegado todavía al wapss?
Y es que, aunque las autoridades e Ignacio García Margazo -director de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas)- y desde los megáfonos de Carrefour, han advertido que no va a existir o problemas de abastecimiento y que no comprasen más de lo que necesitasen, lo cierto es que a muchos, les ha cogido con la despensa vacía, y a al personal más... Hoy se han ganado el sueldo por todo el mes... ¡Gracias por atendernos ante la alarma social!
Ni ellos mismos sabían cómo se iba a organizar y si iban a poder descansar su tiempo de rigor ante los carros ingentes y las oleadas humanas... Hay en supermercados donde han tenido que poner gente de seguridad para ir dando paso ante la masificación... Ni en las rebajas del Black Friday de Estados Unidos, ni en las de aquí se ha visto lo que se ha producido especialmente este martes 10 de marzo.
21:20 de la noche, salgo de trabajar y me acerco a un supermercado para coger un espaguetis... Arrasado... Si no sé si entre tanta compra nos habremos llevado alguno a un dependiente a casa. ¡Vamos! que no he tenido duda en cuales llevarme porque no había... Estaban bastantes pasillos vacíos por completo, hasta con los estantes quitados... y esto no era una foto del 2011... Lo mío eran unos espaguetis pero, a pesar de que uno de los comentarios entre muchos grupos era si uno se iba a quedar sin papel higiénico en plan de mofa... la verdad es que conocemos a más de uno que se ha quedado sin él... Pero qué vamos a decir al respecto... si es que estamos 'cagaos' con lo que se nos viene encima. Si el propio Kiko Hernández, colaborador de Sálvame, ha contado que él ha comprado papel higiénico para tres años, en plan broma-en plan en serio.
Este 11 de marzo supone una situación en muchas familias. Si bien desde el Gobierno y desde las empresas se ha mostrado la flexibilidad para conciliar y teletrabajar desde casa, lo cierto es que el panorama es propio de una comedia...
Tienes dos escenarios: o el de teletrabajar -que lo veremos más adelante- o el de dejo al niño o a los niños con los abuelos y me voy a trabajar... No está mal; el quid de la cuestión -o uno de ellos- viene cuando no solo le dejas tú a los abuelos a tu hijo/s sino cuando también se los deja tu hermano/a o tu cuñado/a... '¡Menos mal que están todos juntos y no tienen que andar en ir recogiéndolos a cada uno a un cole!'. Los abuelos cargados de niños. Eso sin contar, que tú a lo mejor vas en coche y crees que estás libre de todo riesgo pero, ¿y si has estado en un lugar donde hay más gente o tu compi que viene en transporte público en hora punta cual sardinas? Porque lo de incrementar el número de trenes, buses... no ha llegado y lo de guardar una distancia de un metro y medio menos.
El caso es que dejas a tus hijos al cuidado de los grandes abuelos -como la gran mayoría de los días del año- para que, ambos, estén juntos y protegidos de todo riesgo y luego llegas tú, o tu cuñi a recogerlos viniendo de haberte interrelacionado con otra gente. ¡Vosotros cuidaos, no salgáis que el virus ya lo traigo yo! Bueno yo no, el/la cuñi.
Los abuelos... como bien dice el dicho "¡bien ganado se tienen el cielo!".
Escenario dos: Teletrabajar...
Me decía una amiga esta noche: "Yo no sé como quieren que hagamos esto... Los que no teletrabajamos tenemos un trabajo nuevo... Todas las tareas de los niños... Un poquito de cada asignatura... Unas tres horas como poco, ¿no?",... No, cariño, no, hasta cinco horas. La recomendación de algunos centros educativos -y es normal porque si no pierden todo lo aprendido en el curso escolar- es: "Desde el colegio se recomienda que los alumnos mantengan un hábito de trabajo regular durante las horas correspondientes a la jornada escolar", lo que viene siendo unas cinco horas, si no te pones con el inglish extraescolar. Si profes también, ahora también vamos a intentar ser profesores sin perder la templanza que ellos tienen cuando le digas a tu hijo que se siente un ratito más a hacer tareas. ¡Menos mal que en el cole hay recreo, porque vamos a necesitar recreo los dos!
A esteo se le añade la incertidumbre, especialmente entre los más pequeños que siempre quieren saber '¿qué vamos a hacer?'. Durante estos días vamos a escuchar de todo dentro de nuestro entorno más cercano comentarios de los más favorables, a los que momentos de estrés que se puedan dar; porque imaginemos todos en casa (cada familia es un modelo distinto)... Un o uno de los progenitores se levanta para teletrabajar, -el feliz sueño para muchos- hasta que se levanta un hijo... ¿Te pones a trabajar o te pones con sus tareas? ¿Cuándo haces la comida? ¿Atiendes una call conference con 'Vive en una piña debajo del mar Bob Esponja' de fondo?
Y sí querido lector comienza a sumar: las horas de ser profe, más trabajar, más hacer las labores de casa, más las horas correspondientes de sueño, alguna seguro que le vamos a restar... Ya podemos practicar la resiliencia. Parece que va a ser un buen momento para, el que no lo haya hecho todavía, e introducir el mindfulness en nuestras vidas, darse cuenta de lo especial que es cada momento, y ante los momentos de estrés realizar paradas de unos tres minutos para tomar unas respiraciones lentas y profundas y ver la vida con más calma, disfrutando del Aquí y ahora.
Esperemos que te hayamos sacado una sonrisa y que cuando te veas en un momento identificado, te eches una risa viendo que nunca nada es tan malo como parecía y lo que puedes aprender y disfrutar.