La IAU crea un centro para proteger los cielos oscuros

Los satélites Starlink pasan cerca del Bosque Nacional Carson, Nuevo México, fotografiados poco después del lanzamiento.
Los satélites Starlink pasan cerca del Bosque Nacional Carson, Nuevo México, fotografiados poco después del lanzamiento. - M. LEWINSKY/CREATIVE COMMONS ATTRIBUTION 2.0
Actualizado: viernes, 4 febrero 2022 18:10

   MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La Unión Astronómica Internacional (IAU) ha establecido el nuevo Centro para la Protección de Cielos Oscuros y Tranquilos contra la Interferencia de Constelaciones de Satélites.

   El Centro será organizado conjuntamente por SKAO (Square Kilometre Array Organisation), con sede en el Reino Unido, y el Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab) en los Estados Unidos.

   Se centrará en el efecto de las grandes constelaciones de satélites tanto en la óptica como en la radioastronomía, y buscará formas de minimizar su impacto a través de cambios de diseño, medidas políticas y mitigación a través de software astronómico.

   En 2019, SpaceX lanzó los primeros satélites que componen la constelación Starlink, el comienzo del despliegue por parte de diferentes compañías de lo que se espera sean hasta 100.000 naves espaciales operando en órbita terrestre baja a finales de esta década. SpaceX y la empresa de propiedad parcialmente británica OneWeb ya tienen casi 2.300 satélites en funcionamiento, duplicando el número en órbita terrestre baja en solo dos años y medio.

   Según destaca la IAU, las nuevas constelaciones ya están afectando a la óptica y la radioastronomía. Por diseño, los satélites brindan cobertura a toda la Tierra, por lo que, a diferencia de la contaminación lumínica y la interferencia de radio en el suelo, es imposible escapar de sus efectos mediante la reubicación en sitios remotos.

   "El impacto más obvio es la aparición de muchos más rastros a través de imágenes hechas con observatorios ópticos, tanto en tierra como en el espacio, lo que requiere una mitigación costosa y que requiere mucho tiempo con software u observaciones repetidas, y en algunos casos hace que los datos sean inútiles. Las observaciones de fenómenos de corta duración a menudo simplemente no se pueden repetir", señala la IAU en un comunicado de presentación de la iniciativa.

   En radioastronomía, las señales de enlace descendente de las constelaciones de satélites son hasta 10 billones de veces más potentes que las señales de fuentes astronómicas. Compensar esto es un desafío importante para las instalaciones en todo el mundo.

   Junto con el impacto en la astronomía profesional, para 2030 se espera que cientos o incluso miles de satélites sean visibles a simple vista en entornos de cielo oscuro, particularmente en los meses de verano, en latitudes más altas y al principio y al final de la noche.