MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos han creado simulaciones por computadora de eventos poco después del Big Bang para entender mejor cómo se están formando las estrellas hoy en día.
Los investigadores, de la Universidad de Edimburgo, han formado así la imagen más clara de explosiones masivas que controlaron la creación de galaxias, incluida la nuestra, y continúan influyendo en la formación estelar de hoy.
Los hallazgos confirman una vieja teoría sobre los efectos secundarios de estas explosiones espectaculares llamadas supernovas, y cómo frenan el proceso de formación.
Los científicos de Edimburgo dicen que las supernovas disparan poderosas ráfagas de viento que ralentizan la velocidad a la que el gas de las nuevas estrellas se vierte en las galaxias en desarrollo.
El equipo utilizó un superordenador para crear simulaciones de la materia oscura, hidrógeno y helio formados después del Big Bang - todos los elementos clave de la formación de galaxias. Compararon estas con medidas de la cantidad de hidrógeno que rodea a las galaxias.
Los investigadores encontraron niveles más altos de hidrógeno fuera de las galaxias de lo esperado, lo que sugiere que los vientos violentos producidos por las supernovas ralentizan el flujo de gas hacia las galaxias.
Sin embargo, las simulaciones fueron incapaces de reproducir el hidrógeno alrededor de las galaxias más masivas, que contienen quásares - los objetos más enérgicos del Universo.
El equipo sugiere que los cuásares pueden tener una influencia aún mayor que las supernovas en la formación estelar, al producir enormes chorros de gas alimentados por agujeros negros.
El estudio se publica en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society de Oxford University Press. La investigación se llevó a cabo en colaboración con científicos de las Universidades de Cambridge y Nottingham.
Nuestras simulaciones proporcionan descripciones altamente precisas de las propiedades de la materia oscura y del gas que se encuentran entre las galaxias.
Entender cómo se forman las galaxias presenta nuevos desafíos porque los procesos físicos involucrados son mucho más complejos. Nuestros resultados sugieren que estamos en el buen camino, declaró en un comunicado el profesor Avery Meiksin, de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Edimburgo, autor del estudio.