Fauna salvaje y ganado pueden convivir satisfactoriamente en África

Fauna salvaje
RACHEL CHAPLIN-KRAMER
Actualizado: lunes, 15 octubre 2018 17:55

   MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Los seres humanos y su ganado pueden, en las circunstancias adecuadas, compartir el territorio con cebras, jirafas, elefantes y otros mamíferos salvajes, en beneficio mutuo.

   Es la conclusión de un estudio sobre un área de 3.588 kilómetros cuadrados de tierra de propiedad privada en el centro de Kenia, publicado en la revista 'Nature Sustainability'.

   "El condado de Laikipia alberga el 10 por ciento de la vida silvestre de Kenia, pero ninguno de los parques o reservas nacionales del país", explica el profesor de Entomología de la Universidad de Illinois (Estados Unidos), Brian Allan, quien realizó el estudio con la profesora de Bard College, en Nueva York, Estados Unidos, Felicia Keesing. "La mayoría de las personas dependen del ganado para obtener ingresos y casi el 70 por ciento de la tierra está dedicada a la ganadería o el pastoreo a gran escala", apunta Allan.

   A medida que las poblaciones humanas aumentan, también crece la presión para expandir las áreas agrícolas y pastorales a las praderas ahora dominadas por la vida silvestre. Sin embargo, el turismo de vida silvestre es otra fuente de ingresos para los terratenientes, ya que el área alberga exóticos rinocerontes blancos y negros, cebras de Grevy y perros hienas, señala Keesing. "Esto está llevando a algunos a eliminar las barreras tradicionales entre el ganado y la vida silvestre porque hay beneficios de tener múltiples fuentes de ingresos", afirma.

   No obstante, según los investigadores, existen grandes desventajas potenciales de permitir que el ganado y la vida silvestre compartan territorio. Los gatos salvajes a veces se aprovechan de los animales domésticos. La vida silvestre y el ganado pueden competir por los recursos de agua y el pastoreo, además de que es posible que compartan enfermedades, como infecciones transmitidas por garrapatas como la fiebre de la costa este, la fiebre Q y la anaplasmosis bovina.

   "No hay mayor diversidad de especies de garrapatas en ninguna parte de la tierra que en el este y sur de África --señala Allan--. Y muchas de las garrapatas son anfitriones generalistas, lo que significa que se alimentan felizmente de una vaca, una gacela o una cebra, y también morderán a los humanos".

REDUCCIÓN DE GARRAPATAS CON ACARICIDAS

   Para determinar los efectos ecológicos y económicos de la cría de ganado en el territorio también utilizado por la vida silvestre, los investigadores estudiaron la abundancia de garrapatas, la vegetación y el excremento de grandes mamíferos herbívoros en 23 propiedades del condado de Laikipia entre julio y agosto de 2014 y 2015.

   "Identificamos las garrapatas y el ADN secuenciado de patógenos transmitidos por garrapatas para identificar agentes infecciosos asociados con las garrapatas", afirma Keesing. El equipo también entrevistó a los gerentes y propietarios de cada propiedad sobre el tipo y la abundancia de ganado en sus tierras y el porcentaje de ingresos derivados del turismo de vida silvestre y las operaciones ganaderas.

   Los científicos encontraron que la práctica de rociar regularmente el ganado con acaricidas, que matan a las garrapatas sin poner directamente en peligro a las aves u otras criaturas que se alimentan de garrapatas, redujo drásticamente el número de garrapatas en las áreas de pastoreo.

   "Reducir el número de garrapatas es una parte clave de una estrategia para disminuir la transmisión de enfermedades transmitidas por garrapatas --apunta Keesing--. Estas enfermedades pueden enfermar y matar a las personas, el ganado y la vida silvestre, lo que es particularmente devastador en un ecosistema vulnerable que experimenta muchas demandas en competencia".

   Los científicos encontraron que alrededor del 16 por ciento de las garrapatas recolectadas en los sitios de estudio tenían al menos una infección bacteriana o protozoaria. No hubo diferencias en la proporción de garrapatas infectadas halladas en propiedades dedicadas por completo a la vida silvestre y aquellas donde se integraron la vida silvestre y el ganado. Sin embargo, la abundancia de garrapatas fue un 75 por ciento menor en las propiedades integradas que en aquellas que solo albergan vida silvestre.

   Los ingresos relacionados con la ganadería y la vida silvestre representaron más del 70 por ciento de los ingresos de las propiedades estudiadas. Los investigadores hallaron que la abundancia de vida silvestre era más alta en las propiedades con densidades moderadas de ganado, pero no en las tierras que albergan ovejas y cabras.

   Los científicos detectaron que había menos hierba verde en las zonas con ganado solo y en las propiedades de la vida silvestre que en la tierra compartida por ambos, además de que la calidad del forraje también fue más alta en tierras mixtas. Según los investigadores, estos hallazgos sugieren que ciertas prácticas de manejo pueden mejorar la viabilidad de las operaciones ganaderas al tiempo que maximizan la abundancia y la salud de la vida silvestre en las mismas tierras.

   "La actitud de los conservacionistas ha sido que las tierras de conservación deben mantenerse seguras y libres de usos humanos, incluida la producción ganadera, y puedo simpatizar con esa perspectiva --afirma Allan--. Pero nuestros datos están comenzando a sugerir que podría haber circunstancias en las que la integración ganado-vida silvestre pueda funcionar, en beneficio de todos. Un ecosistema de sabana productivo puede ser el lugar perfecto para probarlo".

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