PADILLA DE DUERO (VALLADOLID), 20 (EUROPA PRESS)
El yacimiento romano de Pintia, ubicado entre las localidades
vallisoletanas de Padilla y Pesquera de Duero, empieza a mostrar
después de sólo dos semanas de excavaciones las primeras agrupaciones
de ajuares domésticos además de un neonato --eran enterrados en forma
de inhumación bajo las viviendas-- y, en el sector más superficial,
en la zanja de época visigoda --del siglo V al VII-- ya se pueden ver
los últimos enterramientos.
Por su parte en la necrópolis de Las Ruedas, el segundo yacimiento
en el que se interviene, de la época indígena vacceo romana, se han
detectado hoyos de tumba y un par de estelas que pueden señalizar
tumbas, "así que en esta semana empezarán a aparecer también los
enterramientos, en aquel caso, de incineración, que son
característicos de la etapa vaccea", explicó el coordinador de las
excavaciones, Carlos Sanz.
La campaña de excavaciones ha comenzado este año con la extracción
de los niveles de incendio vacceos que se habían dejado el año pasado
en el nivel de derrumbe, así que las 25 personas que que trabajan en
la actualidad en Pintia se ocupan de su levantamiento, lo que ha
permitido la aparición de todas vajillas, que se encuentran
distribuidas en los distintos ambientes domésticos.
En el yacimiento de Las Quintanas, que tiene cuatro metros de
estratigrafía en vertical, se suceden los niveles desde abajo, desde
el momento más antiguo hasta los más modernos, que son los que se
ubican más cerca de la superficie, aunque hay fases que cerraron la
ciudad cuando esta decayó, por lo que la villa residencial se utilizó
como cementerio hispano-romano y visigodo, del siglo IV al VII.
"Por debajo existen varias fases de habitaciones romanas
correspondientes a épocas del Alto Imperio, desde el cambio de era
hasta el siglo II, en las que aparecen niveles de construcción con un
basamento de piedra y de abandono deliberado, lo que demuestra que
cuando la ciudad decaía, la gente la abandona sin urgencia y por eso
los niveles son menos ricos", señaló Sanz.
1.200 AÑOS DE HISTORIA CONTINUADA
Asimismo, los niveles que se encuentran por debajo de los de la
época romana se corresponden con fenómenos de incendios sucesivos
ocurridos en distintas épocas del poblado, es decir, en el momento
del cambio de era se registró una sucesión de niveles indígenas hasta
el siglo IV antes de Cristo, "por lo que en la secuencia hay 1.200
años de historia continuada".
Aún no se conoce el número de niveles que puede haber de época
vaccea en el yacimiento de Pintia, aunque con el fin de averiguarlo,
los arqueólogos han construido un pozo para conocer la estratigrafía
de las capas inferiores.
"De ese modo, calculo que habrá otros dos o tres niveles más, por
lo que en el curso de 400 años la ciudad de Pintia pudo ser destruida
de cuatro a seis veces, aunque luego hubo reconstrucciones sucesivas,
lo que explica que el relieve sea antropogénico, es decir, no
natural, ya que su formación es consecuencia de la presencia humana
sobre ese territorio durante un tiempo dilatado", explicó Sanz.
La historia de este yacimiento comenzó en el año 1873, momento en
el que se descubrió, aunque entre finales del siglo XIX y principios
del XX hubo un erudito de Peñafiel que excavó durante diez o doce
años, aunque no se tiene ninguna noticia de él.
Posteriormente, el yacimiento cayó en el abandono hasta 1979,
momento en el que la Universidad de Valladolid recuperó las
excavaciones, "aunque no hay un plan sistemático de investigación".
UN EQUIPO DE 25 PERSONAS
En Pintia trabajan alrededor de 25 personas por turno y mes de las
que cinco pertenecen al equipo fijo de investigación y el resto son
alumnos de universidades de toda España que excavan durante un mes
para, después, dar paso a otros compañeros.
La jornada de trabajo para los estudiantes madrileños, burgaleses,
extremeños y andaluces comienza a las 7:00 horas, cuando abandonan la
residencia de Padilla en la que se albergan para acceder en
furgonetas a los yacimientos.
El calor y la impaciencia por encontrar "tesoros" no les abandonan
durante las horas que trabajan, aunque el menor descubrimiento se
convierte en una proeza, y al grito de "¡Estos romanos eran la
leche!", los futuros arqueólogos muestran con entusiasmo sus
hallazgos.
Pero la labor no termina aquí, ya que posteriormente es necesario
llevar a cabo una labor de registro, "porque la arqueología consiste
en reconstruir la historia a través de los restos de cultura material
aunque técnidcamente la excavación es una destrucción, es como leer
un libro e ir arrancando las páginas de manera que no se podría
releer".
El siguiente paso es levantar los restos para continuar con el
proceso de análisis, para lo cual se pone el material en condiciones,
se lava con cuidado para no hacer desaparecer los restos que
contuvieran y que pueden dar pistas sobre su uso, y después se
reconstruye, "una tarea difícil si se trata de piezas muy
fragmentadas".
FALTA DE FINANCIACION
"La arqueología adolece siempre de falta de medios, aunque en
Pintia ha habido años mejores en cuanto a financiación a raíz de la
consecución en 1999 un proyecto Feder que finalizó en 2001", recordó
el coordinador de los trabajos, quien añadió que en la actualidad se
mantienen a base de subvenciones privadas, patrocinios o
colaboraciones.
"Recibimos poca ayuda por parte de instituciones públicas como el
Gobierno regional, que quizá no nos da el apoyo necesario y considero
que para el desarrollo de este tipo de actuaciones, las ayudas
deberían ser de alguna manera, obligatorias", matizó Sanz.
Una de las necesidades más imperiosas del yacimiento en este
momento es la puesta en marcha de un sistema de cubierta, que por una
parte les permitiría mostrar el yacimiento a cualquier persona
interesada a lo largo de todo el año y además, garantizaría su
mantenimiento durante la época invernal, en la que no se excava,
"porque el agua en estructuras de adobe es muy dañina".
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20-Jul-2003 15:00:03
(EUROPA PRESS)
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