MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de la Estación Espacial Internacional (ISS) decidieron ayer priorizar el lanzamiento del Discovery, previsto para la madrugada del próximo lunes 16 de marzo, frente a un posible daño en las instalaciones de la plataforma orbital, ante la lluvia de escombros procedentes de un motor satelital que les obligó a refugiarse en la nave rusa Soyuz TMA-13, acoplada a la estación, durante cerca de diez minutos.
Así lo explicó a Europa Press el director de Sistemas de Control de Tierra de la empresa GMV, Miguel Ángel Molina, quien señaló también que es "muy normal" que la ISS tenga que realizar maniobras anticolisión. De hecho, indicó que cuando el carguero espacial Julio Verne estuvo acoplado llevaron a cabo una maniobra de seguridad de este tipo.
En este sentido, Molina comentó que cuando se producen este tipo de situaciones tanto desde el control de Tierra como desde el espacio reciben los avisos de posibles colisiones o 'warnings' regularmente, "al menos una vez al mes", y continuamente tienen que hacer maniobras. "Les ha llegado con cierto retraso y en segundo lugar tenían el problema de que no querían maniobrar por el lanzamiento del Discovery, que les hubiera obligado a modificar la 'órbita target' de la ISS y probablemente retrasar el lanzamiento", añadió.
Según el experto, el escombro espacial, procedente de un motor satelital que pudo formar parte de la plataforma un tiempo atrás, al final constaba tan sólo de "uno ó dos centímetros", que al final aparentemente ha pasado a cinco kilómetros de la estación, "por lo que tampoco era un riesgo", precisó.
Además, señaló que si el objeto finalmente hubiera impactado en algún elemento de la estación podría haber provocado el fallo de algún sistema o una pérdida de presión local. "Normalmente se levantan 'warnings' y se van confirmando conforme el riesgo va aumentando", explicó.
En el momento en el que el objeto está más cercano a la estación internacional se calcula la distancia entre ambos, que en el caso de ayer fueron cuatro ó cinco kilómetros, según apuntó Molina, y conociendo así el riesgo se toman las decisiones. "Tratándose de un objeto pequeño como el de ayer prefirieron no mover la estación espacial y no replanificar el lanzamiento del Discovey, por lo que tomaron la decisión acertada", puntualizó.
Finalmente, indicó que el hecho de que los astronautas de la ISS tuvieran que refugiarse en la cápsula Soyuz es "llamativo" desde fuera, pero que se trata de algo corriente y no tiene por qué tratarse de un riesgo muy importante. "Desde fuera se aprecia que el riesgo es mayor de lo que realmente supone", concluyó.