MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y Harvard (Estados Unidos) han llevado a cabo un experimento con niños de entre 3 y 5 años que ha determinado que son capaces de recompensar a terceros según sus méritos. Los expertos han señalado que este resultado en niños de esa edad, con poca experiencia social, demuestra que el sentido de la justicia es innato en el ser humano.
El trabajo, publicado en 'PLoS ONE', se ha realizado a través de una prueba en la que los niños debían 'pescar' unos cubos de monedas junto a un títere, que formaba parte de su equipo. Al terminar la prueba, por cada moneda obtenida se premiaba tanto al niño como al títere, pero debía ser el niño quien decidiera la cantidad de recompensa que debía llevarse cada uno.
"El resultado ha sido sorprendente" ha apuntado una de los autoras del trabajo, Patricia Kanngiesser, quien ha explicado que los niños dieron más premios a los títeres que se habían "esforzado más" en recolectar monedas. "Es sorprendente encontrar esta conducta tan sofisticada en chicos de tres años de edad, cuando estudios previos indicaban que los niños no empiezan realmente a compartir según el mérito hasta que tienen seis años o más", ha apuntado la investigadora.
Para Kanngiesser "la justicia es algo que emerge en las más tempranas actividades de los niños con sus pares" y ha asegurado que "hay una predisposición natural en los humanos" a tratar a los otros justamente. "Parece ser intuitivo", ha insistido.
Sin embargo, otro de los autores del trabajo, Félix Warneken, ha apuntado que, a pesar de este tipo de experimentos es "difícil" establecer si el concepto de justicia es aprendido o innato. A su juicio, estos estudios lo que hacen es descartar posibilidades". Con este trabajo, "se puede descartar que se requiere de educación formal o un razonamiento sofisticado sobre incentivos", según ha apuntado.
A pesar de ello, ambos investigadores creen que hay razones lógicas y humanas para que exista una tendencia hacia la equidad, dado que es indispensable para mantener relaciones estables.