Más cerca del disco duro sin pérdida de energía

Europa Press Ciencia
Actualizado: lunes, 14 noviembre 2016 12:56

   MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores han descubierto que los electrones que giran sincrónicamente alrededor de sus ejes permanecen superconductores a través de grandes distancias dentro del dióxido de cromo magnético.

   La corriente eléctrica de estos electrones puede voltear pequeños imanes, y su versión superconductiva podría formar la base de un disco duro sin pérdida de energía. El estudio ha sido publicado en Physical Review X.

   En Leiden (Holanda), en 1911, el Premio Nobel Heike Kamerlingh Onnes descubrió el principio de superconducción: corriente eléctrica que fluye a través del metal helado sin ninguna resistencia. Esta super corriente puede transportar electricidad o alimentar un electroimán sin pérdida de energía, una propiedad esencial para los escáneres de MRI (imagen por resonancia magnética), trenes magnéticos y reactores de fusión nuclear.

   Medio siglo después, los científicos descubrieron que los electrones parecen formar pares, permitiendo a la super-corriente escapar de las reglas clásicas de la electricidad. Los físicos asumieron que ambos electrones giran alrededor de sus ejes en direcciones opuestas, de modo que los pares tienen un "espín" neto de cero. Alrededor del cambio de siglo, esa suposición resultó ser prematura. Las supercorrientes pueden, de hecho, tener un "espín" neto, e incluso posiblemente manipular pequeños imanes.

   Ahora, el físico de Leiden Jan Aarts y su grupo han creado un hilo de dióxido de cromo, que sólo transporta corrientes con "espín". Lo enfriaron a un estado superconductor y midieron una corriente particularmente fuerte de mil millones de A/m2. Eso es lo suficientemente potente como para invertir imanes, lo que potencialmente facilitará futuros discos duros sin pérdida de energía.

   Además, la super-corriente cubría una distancia récord de 600 nanómetros. Esto parece un pequeño estiramiento, las bacterias son más grandes, pero permite que los pares de electrones sobrevivan el tiempo suficiente para su uso práctico, señala un comunicado del Insituto de Física de Leiden.

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